A FLOR DE PIEL...
entonces todo será muy
diferente..todo lo sentirás a Flor de Piel”
Con los ojos
apreciamos la belleza de las cosas, una puesta de sol….la caída de la lluvia…la
sonrisa de un niño…el intenso azul del cielo, la infinitud del mar….pero
para sentir hay que cerrar los ojos, calmar la mente… y es así
como un día podemos descubrir cuánto y cómo se puede sentir toda una ola de
sensaciones a nivel de nuestra piel, solo con el pensamiento….y las emociones
que generamos en esos pensamientos.
“La Piel es de quien la eriza”
Anónimo
“A Flor de Piel” es una expresión
utilizada para señalar que nuestra sensibilidad está en extremo; que estamos a
punto de estallar, de tener un ataque de nervios, significa, que nuestros
sentimientos son en extremo evidentes, y siendo biológicamente la piel el
órgano más grande del cuerpo humano, estando en relación con los otros órganos
del cuerpo, es a través de la piel que nuestro cuerpo nos revela todo lo
que pueda afectarnos, por cuanto en ella se encuentran diferentes clases de receptores
nerviosos que se encargan de transformar los diferentes estímulos del exterior
en información susceptible para ser interpretada por el cerebro, sobre
todo lo relacionado con nuestras emociones.
Es así por ejemplo que, nuestra
transpiración aumenta cuando estamos nerviosos, el rostro altera su color
cuando algo produce vergüenza, e igualmente hay emociones y estímulos que como
dicen nos ponen la “piel de gallina” ; dicho esto
aclaramos que, este artículo no trata sobre biología, por tanto no nos vamos a
extender en explicaciones biológicas; sino en interpretar en sentido emocional, sentimental, y espiritual, que queremos expresar cuando
decimos que tenemos los sentimientos a “Flor de Piel”.
“Emociones a Flor de Piel, que nos invitan a
equivocarnos otra vez”
Los sentimientos han sido a través
del tiempo, musa de inspiración para poetas, compositores musicales, escritores
y diversas ramas del arte, para plasmar toda una gama de sentimientos, desde el
Amor más desenfrenado hasta el odio más intenso; de allí por ejemplo que
escuchar una melodía nos lleve a sentir un subliminal deseo de estar en
compañía de alguna persona, pero también puede llevar a otras a entregarse al
alcohol y perder desastrosamente los estribos cometiendo cualquier locura; y en
ese sentido cabe destacar la importancia de aprender a controlar las emociones,
y ello forma parte de nuestro crecimiento y madurez como personas.
Al comienzo del artículo hago
referencia que para sentir hay que cerrar los ojos,
calmar la mente… y es así como un día podemos descubrir cuánto y cómo se puede
sentir toda una ola de sensaciones a nivel de nuestra piel, solo con el
pensamiento; y es extraordinariamente cierto, ¿Quién no ha llorado al recordar
a un “afecto” que ya no está?, de eso hay cientos de poemas; ¿Quién no añora
disfrutar la compañía de alguien que al recordar le despierta un montón de
sensaciones con solo ver su imagen en una fotografía?.
Esto ha sido inspiración para
infinitud de piezas musicales; entonces nos damos cuenta de cuán intenso puede
ser un pensamiento y hasta qué punto nos genera una emoción, que nos lleve a
“vivir” momentos de intensa plenitud, vale decir, que para poder disfrutar de
esos momentos ya estamos en un nivel de conciencia un poco fuera de lo común,
porque generalmente se piensa que “…si no se toca, no se siente… “
y traigo un párrafo evidente y expresivo al respecto… “…Mi amor, has
detenido mi vida con tu llegada; te has convertido en mi alfa y en mi omega;
eres mi Luz y mi oscuridad; eres lo sublime y también lo obsceno; te sueño
en mi alma pero te siento en mi cuerpo…En toda mi piel….”
“Y llegará el día en que ambos se
verán, y dirán: valió la pena esperar…”
Anónimo
Al estar la piel en relación con
otros órganos del cuerpo y encontrarse en ella diferentes clases de
receptores nerviosos – como se explica inicialmente- se tiene que
lo sucedido en el pensamiento infiere directamente en las emociones; y si se
tiene un “conocimiento” sobre nuestra configuración real, en cuanto a
que no solo somos cuerpo, sino que tenemos un Alma que vive en nosotros y
experimenta con nosotros todas esas emociones – porque vienen de allí- es
entrar en una línea fuera del tiempo, y se comienza por asimilar que las
experiencias que vivimos no son ordinarias, son historias que van más allá de
lo simple y cotidiano, que son emociones vividas plenamente, que pueden ser
momentos que sobrepasan la razón, que están fuera del tiempo, y allí solo
existen las Almas, y en la comunión de Almas todo es posible y real; y cuando
esas emociones se identifican con el Alma y con la mente, se llega a comprender
las sabias palabras de Siddhartha “…El saber es comunicable, pero la
sabiduría no. No se la puede hallar, pero se la puede vivir, nos sostiene, hace
milagros: pero nunca se la puede explicar ni enseñar…”
No es fácil desde nuestra visión
humana concebirnos espiritualmente, ser conscientes de que somos de origen
divino, viviendo una experiencia humana, y tomar la decisión de relacionarnos
con el infinito, requiere de un cambio absoluto en nuestra manera de pensar
(pensamiento) y de sentir (emociones) y solo así seremos capaces de
experimentar ese flujo de sensaciones fuera de las líneas del tiempo, cuando
todas ellas nos lleven a sentir, disfrutar y compartir nuestras emociones
“A Flor de Piel”.
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