Humanamente Divino
HUMANAMENTE
DIVINO......
La sexualidad y la
espiritualidad son dos conceptos que van de la mano. La energía sexual es
simplemente una aplicación de la energía de la vida, una de las tantas formas
de manifestarse. ¿Qué función tiene la sexualidad en la vida diaria? El sexo es la forma natural y biológica del
flujo de energía vital, ya que no habría vida sin sexo; pero también es la
aplicación más baja de la energía, cuando se lleva una vida únicamente dedicada
al sexo, perdiéndose la oportunidad de transformar la energía vital
utilizándose como medio de meditación hacia lo divino.
La sexualidad humana se
define como un aspecto central del ser humano, a lo largo de su vida, y ello
abarca el sexo, sus identidades, el erotismo, el placer, la intimidad, la
reproducción, etc. Se vive y se expresa a través de pensamientos, fantasías,
deseos, creencias, valores, conductas; y también está influida por la
interacción de factores biológicos, psicológicos, culturales, legales,
religiosos y espirituales.
La mejor forma de que el
sexo sirva como canal de flujo de energía, es cuando se toma como algo natural;
practicando el sexo de manera consciente, si se quiere, como un
acto de meditación, una forma de diálogo con nuestra naturaleza, de ser UNO con
el TODO, y una vez que se logra participar del sexo conscientemente, se
consigue trascender el sexo en sí, obteniéndose un mayor efecto del pensamiento
, creándose una nueva forma de energía; utilizando de esta forma el sexo para
trascender y transformarnos; aprendiendo que de este tipo de práctica sexual,
nace una intimidad más profunda con la pareja, construyéndose una verdadera
relación de Amor…
A primera vista no parece
haber relación entre sexualidad y espiritualidad; sin embargo, estos dos
conceptos están estrechamente relacionados; y para muchas personas, por el
modelo social en el que nos hemos desarrollado no contempla estas dos energías
como complementarias, solo se trata de cambiar nuestra visión al respecto;
comenzando a ver la sexualidad de manera integral y no como una experiencia
física o emocional; pues cada aspecto de la creación, incluyendo la sexualidad,
debe ser celebrado y tratado como algo sagrado.
Todos en algún momento hemos tenido la necesidad de buscar un sentido
más profundo a nuestras vidas, la espiritualidad es una auténtica certeza
de saber en el corazón y en cada célula de nuestro cuerpo, que formamos parte
de algo armonioso y que es mucho más grande
que nosotros mismos. Todos somos seres espirituales viviendo una experiencia
humana y para reconocerlo como tal no es necesario vestir un
turbante, ser sacerdote o meditar cada día durante una hora, la espiritualidad
es algo innato en todos nosotros, está en nuestras acciones y pensamientos, en
nuestros vicios, en nuestro trabajo, en nuestras virtudes, en nuestros
defectos, en nuestras aficiones, en cada segundo de nuestra vida. Es tomar
conciencia de los condicionamientos que todos tenemos por familia, sociedad,
religión, etc . Despertar a nuestra espiritualidad es simplemente estar alerta
del engaño que nos hacemos a nosotros mismos a cada momento.
Se debe tomar consciencia que la
energía sexual es la energía más fuerte, sagrada y sanadora que posee el
ser humano. Es la energía creadora de vida. Cuando honramos esta energía
sagrada nos damos cuenta de la poderosa oportunidad que tenemos para conectar
con el alma. Cuando ignoramos este aspecto, no se está completamente
presente en el acto, separándonos del verdadero significado de la sexualidad
espiritual que nos habla de la capacidad que tenemos de conectarnos a algo más
grande que nuestro aspecto puramente físico: nuestro SER . Por medio
de la sexualidad se puede tejer o construir la propia conciencia, si aprendemos
a escuchar el vehículo del alma a través de nuestro cuerpo físico.
El acto sexual tiene la fuerza para
revitalizar tanto el alma como las emociones para llevarnos a una vida diaria más plena y significativa.
Se trata de estar presente en el momento y en tu cuerpo, vivir plenamente las
sensaciones y energías que se generan,
los sentimientos que florecen en medio de esa
expresión del lenguaje físico.
El sexo consciente o espiritual es
mucho más que quitarse la ropa y friccionar un cuerpo sobre otro cuerpo,
compartir fluidos o saciar el deseo inmediato. Cuando dos almas se encuentran
finamente entrelazadas en esa zona invisible y silenciosa justo al otro lado
del tiempo, justo ahí es donde las
almas se incrustan la una con la otra y
el amor puro comienza a germinar. Es ahí donde los amantes se desnudan
verdaderamente para sentirse, explorarse y
sanar.
COMO ENCAJA
DIOS EN TODO ESTO?
La voluntad de Dios es el anhelo incesante del
creador de lograrse a Sí mismo en y a través y como aquello que Él ha credo;
por lo tanto la voluntad de Dios es perfecta vida y perfecta sabiduría. Somos amados por Dios; y somos la actividad
de Dios viviéndose a sí misma; siendo que Dios es Amor, por lo tanto somos por naturaleza y esencia la
Divinidad del Amor…
Cuando el ser humano permite que su corazón y su
Alma sean guiados por Dios, y se entrega al placer de una experiencia sexual,
de manera consciente, se entrega y se deja fluir por completo a esa Fuente que
lo dirige, que siente plenamente que no es solo cuerpo, sino que se permite que esa energía fluya y de esa manera, en esos instantes de total
inconsciencia se tornen infinitos y
sublimes, es donde dejan de existir el espacio y el tiempo, es cuando se pierde la voluntad del cuerpo y el control
del pensamiento, se llega a un agujero incandescente de luz y es el instante donde Dios se manifiesta
en el sublime placer del Amor, es
cuando realmente se siente que es…
DIOS VIVIENDO A TRAVÉS DE TU CUERPO….
Comprendiendo que practicar el sexo de una manera consciente es
más que quitarse la
ropa….es quitarse la piel y desnudar el ALMA..
Nervis
C. Nava
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