OTOÑO EN PLENITUD...
“Envejecer es un mal vicio que no se pueden permitir
Los que andan muy ocupados” André
Maurois
“OTOÑO EN PLENITUD”
Para vivir el atardecer de la vida con
Serenidad….
Nervis C. Nava
GRACIAS …
A DIOS, Mi Luz, Guía y Fortaleza
A mis hijos,
Angel Enrique y
Fidel David, mi
Motivación de Vida
A mi Nieto,
Matthias Alejandro,
Un sueño alcanzado
A Norka,
El Ser que me trajo a este plano,
Inspiración para este trabajo …
“Los árboles meditan en Invierno,
Gracias a
ello, florecen en Primavera ,
dan frutos y sombra en Verano,
y se despojan de lo supérfluo en Otoño”..
Nunca te detengas
Siempre ten presente...
La piel se arruga,
el pelo se vuelve blanco,
los días se convierten en años…
Pero lo importante no cambia; tu fuerza y
tu convicción no tienen edad.
Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña.
Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida.
Detrás de cada logro, hay otro desafío.
Mientras estés viva, siéntete viva.
Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo.
No vivas de fotos amarillas…
Sigue aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.
Haz que en vez de lástima, te tengan respeto.
Cuando por los años no puedas correr, trota.
Cuando no puedas trotar, camina.
Cuando no puedas caminar, usa el bastón.
Pero ¡¡¡ nunca te detengas !!!...
Madre Teresa de Calcuta
ENFRENTANDO LA VEJEZ…
SIEMPRE ES DURO PERDER LA VITALIDAD de la
juventud y ver tus capacidades físicas disminuidas. Enfrentarse a envejecer no
es algo fácil y de hecho la mayoría de las personas entran en momentos de
crisis existencial y depresión debido a muchos aspectos relacionados con la
vejez. Parte de la razón por la cual invade la depresión es por
no prepararse a tiempo, así como no valorar aspectos más relacionados
con la esencia interna que con la apariencia o la habilidad. Para evitar caer
en crisis con la vejez es importante prepararnos y preparar a nuestros seres
queridos para lo que eventualmente vendrá.
La posibilidad de quedarse solo, la necesidad de
tener actividades, amistades y familia con los cuales uno pueda mantener el
sentido de ser útil, la capacidad de crear, aprender y relacionarse, es clave.
La vejez viene sin dolor emocional solo para aquel que ha tenido la madurez de
prepararse, hablando con sus familiares, vislumbrando escenarios posibles,
planificando económicamente y produciendo alternativas de vivienda que
proporcionen más facilidad a la hora de estar cerca de las personas que nos
sirven de apoyo, sin que esto signifique sobrecargar o invadir su espacio.
La sinceridad, cuando se enfrenta el tema de la vejez, si es uno el que está enfrentándolo, los padres o algún familiar, así como la valentía para no negar lo que vendrá sino verlo y buscar alternativas viables para el futuro son importantes. Considerar la posibilidad de una enfermedad y como enfrentarla con dignidad, al igual que la muerte, es otra consideración. Trabajar aspectos propios que te enfoquen a conocerte y a apreciar las cualidades más internas de tu ser, en vez de mantener la identidad solo basada en una apariencia física o en la habilidad de hacer ciertas cosas, también es clave. ¿Qué pasará cuando desaparezca tu juventud y cada vez te veas más anciano si no te valoras por otras razones? ¿O qué pasará cuando si ya no tienes la capacidad física o mental para lograr productividad o hacer lo que antes hacías, si te valoras solo por esto? Debes crear alternativas hobbies, actividades y relaciones, así como aprender a ver más en ti de lo que crees ser.
Si logras encontrarte más allá de las formas, más allá de un cuerpo que envejece, si logras verte en lo profundo de tu ser, siempre serás tú al observarte en el espejo. Ese espíritu que permanece porque no tiene edad. Allí le habrás ganado al tiempo, la vejez será solo una estancia pasajera para lo cual te has preparado y la muerte una ilusión física, porque sabrás quien eres.
Alison Salas McCarthy
Psicólogo y Consultor en Liderazgo y Éxito Integral
Valencia, Edo Carabobo- Venezuela
Generalidades
El mensaje de este manual está
dirigido a todas aquellas personas, con
apertura mental para ver la vida en diferentes
sentidos, comprendiendo que VIVIR, va más allá de un ciclo biológico; y
que para todas las etapas de la vida, debemos prepararnos. Asumir el reto de
aceptar y canalizar la etapa de la vejez, nos garantiza en buena parte, poder
disfrutarla, con salud y lo más importante, en compañía de nuestros afectos más
cercanos.
De acuerdo a investigaciones
realizadas en la
Universidad de Cambridge en Londres, donde se analizan los principales factores
de riesgo de la enfermedad de Alzheimer
en la población mundial, y tras observar
nuevos vectores, han llegado a la conclusión de que uno de cada tres casos de
esta enfermedad, podrían prevenirse ya que este mal está asociado a los malos
hábitos en el estilo de vida, los cuales deben trabajarse para ser modificados.
Un estudio publicado en
la revista “The Lancet Neurology” viene a completar investigaciones
anteriores a 2011 que estimaban que hasta un 50% de los casos se podía
prevenir. Sin embargo, este nuevo estudio tiene en cuenta la superposición de
factores de riesgo y, en consecuencia, se ha reducido las estimaciones
anteriores. Entendiendo que la edad sigue siendo mayor factor de riesgo del
Alzheimer, los expertos señalan la falta de ejercicios, el tabaquismo, la
depresión, la actitud ante la vida y la falta de educación, como las
principales causas de la enfermedad; además el estudio ha tenido en cuenta la
diabetes, la hipertensión y la obesidad.
Ante esta información,
y otras tantas que nos indican cifras alarmantes, de personas en vía de padecer
esta enfermedad tan terrible, es imperante comenzar a tomar conciencia al
respecto y en la medida de lo posible, difundir, los patrones y actitudes que
deben tomarse para evitarla, y lo más sensato es prepararse desde temprana
edad, para la etapa de la vejez….por si
contamos con la fortuna de llegar a ella, podamos disfrutarla, en Paz, con
salud y en armonía con nuestro entorno, porque está demostrado que, Envejecer
es una cuestión de ACTITUD….
CONSIDERACIONES….
Aceptar el paso de los años, y tomar conciencia de
las limitaciones mentales y físicas que vamos observando en nosotros mismos,
convertirnos en observadores de nuestra conducta mental, emocional y física,
para abrirnos a aceptar la ayuda y colaboración de nuestro entorno, aprendiendo
a delegar aspectos personales de la cotidianidad, son actitudes y conductas que se deben asumir
a conciencia, y a partir de la mediana edad, ya que el ser humano con
el transcurrir de los años reafirma y
profundiza esos comportamientos; de esta manera, dichos patrones se irán estableciendo como hábitos
de rutina y al momento de llegar a los “Años Dorados” o al Otoño de nuestras vidas podemos culminar el
atardecer de esos días con PAZ…..y sin generar mucho contratiempo a las
personas que compartan nuestro entorno…..
Todos los seres humanos ansiamos vivir por largo
tiempo, sin embargo es innegable el temor a la vejez, ya que ello implica o
está asociada a enfermedad, deterioro y soledad. Surge entonces la incógnita
¿estamos preparados o nos preparamos para envejecer? Nadie está preparado para
nada, todos aprendemos a tolerar el paso del tiempo, y el tiempo viene asociado
con el envejecimiento y la muerte.
La vida de cada ser depende de sus propios
pensamientos y deseos, nada llega por la suerte o la casualidad. Llegar a esa
etapa de la vida, y terminar en un asilo maltratado, o en casa de algún
pariente, como un inútil, depende de lo que cada cual haya hecho para
conseguirlo; es por lo que cada uno debe ocuparse de prepararse para su vejez.
¿Se quiere estar en manos de otros? ¿Se quiere pedir una limosna de afecto y
ser no solo unos viejos pobres, sino unos pobres viejos?
Es cierto que no todos llegaremos a viejos, pero
ante esa incertidumbre, es preferible comenzar desde temprano con ciertas
medidas y disciplinas que llegado el momento nos proporcionen una buena calidad
de vida, ya que en la vejez no son solo las neuronas las que se deterioran,
sino algo más importante como son, las relaciones sociales.
Por eso justamente, muchas personas llegado el momento de jubilarse, pierden gran parte de relaciones, porque tristemente, la sociedad como tal, nos proporciona una vejez marginal, donde se va apartando a los “adultos mayores” de los lugares, de amores, de amistades y de la cotidianidad. Es allí que no se debe permitir que la edad, antes que enturbiar los días, los llene de color y fantasía; porque no se debe perder la ilusión y el optimismo, siempre dentro de ciertos parámetros y a conciencia de las limitaciones del paso del tiempo, sabiendo que la vida es un continuo quehacer, en donde siempre se puede ayudar, aconsejar, escribir, pintar y producir en todos los campos del saber, teniendo claro, que la vida es una tarea, una asignatura que dura hasta el final.
La vida del ser humano está dividida en ciclos de 7 años, en los cuales, cada período marca el desarrollo con hechos puntuales, siendo que hasta los siete años, se establecen las bases de la educación, los niños desarrollan la relación con el entorno, es el ciclo de la dentadura y se completa el desarrollo instintivo; de allí a los catorce, surgen cambios importantes en los aspectos mental y físico, que determinaran la personalidad como hombre o mujer; luego hasta los 21 es el desarrollo psíquico, la expresión del carácter, se adquiere la mayoría de edad y comienza la etapa de la adultez; de allí a los 28 es la juventud plena, la adquisición de responsabilidades, del desarrollo emocional; es un periodo de progreso en la captación de valores superiores, se despiertan por lo general el interés por el arte, la filosofía y la religión. Luego hasta los 35 es la plenitud física, es un periodo lleno de creatividad, de energía para expresarse al mundo; camino a los 42 se cumple con la ambición terrena y espiritual, y ya debe estar afirmado el gobierno de la propia vida, con la necesidad de expansión; llegando así a un séptimo ciclo, donde se alcanza la plenitud intelectual, se llega a la reflexión filosófica y analítica respecto al sentido de la existencia; es por ello que la llegada al límite de esos ciclos, que han sido marcados por ciertos cambios en los patrones de conducta; al llegar al séptimo ciclo, o a los 49, y cuando prácticamente se deberían haber cubierto las etapas, de estudiar, profesionalizarse, casarse, y adelantar los hijos, es cuando se comienza a disponer más tiempo para dedicárselo a “sí mismo”, porque hasta ahora se ha tratado de cubrir las expectativas que se esperan de nosotros, como ciclos naturales a cumplir, y es entonces cuando se debe comenzar a asumir un cambio en determinadas líneas, que nos permitan establecer los parámetros que serán los que al final definan nuestro comportamiento y actitud en la etapa a partir del octavo ciclo y marquen la diferencia si tenemos la fortuna de llegar a los años dorados de los 70……y más.
En las diferentes etapas de vida del ser humano,
se van satisfaciendo necesidades propias de cada momento, de acuerdo a lo que “social
y culturalmente” se ha establecido dentro de las diferentes sociedades. Más
cuando se ha completado la mitad del camino, en caso de aquellos que están
solos o acompañados, cuando los hijos se han marchado, y llegó el momento de
jubilarse del trabajo o de la profesión que se ha ejercido durante mucho
tiempo; muchas personas comienzan a
cuestionarse, sobre el hecho de…… ¿Y
ahora qué?...
Es frente a ese dilema que se toma conciencia, que así como un día, nos vimos con un bebé en los brazos y sin manual
para criarlo, debiendo comenzar a programar actividades, horarios, rutinas y
proyectos para dentro de lo mejor posible, cumplir con la tarea de ser padres; igualmente
si no se toman las previsiones al respecto, un día podemos vernos, envejecidos,
cansados, enfermos, deambulando por clínicas y hospitales con los estudios
radiológicos en las manos, o encerrados en algún lugar donde nunca imaginamos
que podríamos llegar.
De tal manera que, así como se organiza la
crianza de los hijos, preparándolos para
su futuro, igualmente se debe planificar el camino para los años del descanso y
de lo que, para quienes tenemos la
certeza que la vida no termina con la muerte, ir dándole forma al camino de
regreso, de manera que el mismo no cause contratiempos a nuestro entorno
cercano, y llegar a cumplir esa etapa dentro de lo posible, con Salud, Paz y en Armonía.
Dentro de este contexto se puede ir labrando el
cómo ir dando forma a esa última etapa de la vida, que nos permita trascender,
dejando gratos recuerdos más allá de lo que se haya podido sembrar en la
Juventud y como dice Madre Teresa en su poema “..más que lástima, inspiremos
respeto...”
Así podríamos decir que llegar a la vejez en un buen estado físico y mental es una de las cosas que más preocupa de nuestro bienestar; al fin y al cabo, ¿de qué sirve cuidarse si no es para vivir más y mejor? Pero hay algo que a todos en alguna oportunidad nos hace reflexionar: y es que no cabe duda que en ocasiones la vejez pareciera ser injusta; en algún momento todos hemos conocido a personas que han fumado y bebido hasta su último suspiro y han vivido hasta los 90 años sin mayores contratiempos, y otras que han tenido una vida más saludable y no han llegado a cumplir los 70; pero una cosa es clara: diga lo que diga la genética, hay comportamientos que ayudan a vivir más, y sobre todo, a tener una vejez más activa, saludable y feliz.
Dentro de este esquema podría decirse que este mensaje,
está enfocado hacia aquellas personas – que cada vez son más- , y como se dice
al principio, han comenzado a ver y a
vivir la vida con sentido metafísico, comprendiendo que vivir, va más allá de
un ciclo biológico. El Envejecimiento, puede no afectarte. Puedes conseguir
vivir más y mucho mejor. Dice la OMS (Organización Mundial de la Salud) en una
de sus campañas: “Sigamos activos para envejecer bien”; y se puede
aprender a ‘envejecer’ poco… y bien.
Adolfo
Pérez Agustí, profesor de Medicina Natural y autor de casi 300 libros, te invita a “revertir este proceso y conseguir
una longevidad cercana a los 120 años, con un estado de salud óptimo”. ¿No te
lo crees? ¿Te suena a palabrería o falacia? Pues sí: es posible. Y en tus manos
está hacer de lo que ahora lees una
realidad en tu vida diaria, si tomamos conciencia acerca de este proceso,
observándonos en el día a día.
Nervis C. Nava
M.
CREANDO HABITOS DESPUES DE LOS 40
La plenitud de la vida es un regalo de Dios.
Ciertamente
el ser humano está preparado para vivir a
plenitud la última etapa, con buena calidad de vida, y no es menos cierto, que
en el camino de la evolución del ser espiritual, deberá pasar por algunos
eventos que están fuera del control humano, porque forman parte de las
situaciones que traemos programadas para superar, trascender y evolucionar
espiritualmente; es por ello la importancia de una preparación espiritual a
través de los años para cultivar la fortaleza y
humildad de aceptar y superar dichos eventos.
Debemos
ante todo convertirnos en personas más coherentes; ¿Y de que se trata ser “coherente”? La Coherencia se define como la correcta conducta que debemos mantener en
todo momento, basada en los principios familiares, sociales y religiosos
aprendidos a lo largo de nuestra vida.
Cultivar una conducta coherente es
un medio para fortalecer el carácter y desarrollar la prudencia, con un
comportamiento verdaderamente auténtico; es practicar el hecho de que
pensamiento, sentimiento y acción van por un mismo camino; ya que una conducta
coherente nos permitirá mantener cierto orden y control sobre nuestra vida, las
situaciones que debemos enfrentar, y las decisiones que podemos tomar en el
transitar por la vida. Existen situaciones en la vida que
muchos de nosotros consideraríamos desafortunadas. Sin embargo, al permanecer
receptivos a un buen resultado, se pueden encontrar grandes bendiciones.
Existen
cuatro “Líneas de Conducta” que se deben tomar en
consideración e irlas asumiendo, cambiando, e internalizando para lograr el objetivo planteado, las cuales
podemos clasificar así:
1.
Línea del Pensamiento
2.
Línea del Sentimiento
3.
Línea de la Actuación
4.
Línea de la Alimentación
1. Línea del Pensamiento
“…Cuando cambias la forma de ver las cosas,
cambiarán las cosas que ves…”
Wayne Dyer
La fuerza que ha movido siempre a la humanidad es el pensamiento, y aunque
no siempre el hombre actúa de acuerdo con sus pensamientos, mayoritariamente se obra como se piensa. La ambición, la
avaricia, el ansia de fama, poder y
riquezas acompañado todo ello de una degradación en la escala de valores, de alguna manera han pervertido la mente
humana y han canalizado los logros del hombre hacia objetivos materialistas,
hurtándole su paz interna, su alegría y su salud; y siendo como es, el
pensamiento, la mayor fuerza del universo, aunque tengamos ciertos parámetros
grabados en nuestro cerebro, como dice el Dr. Wayne Dyer “…el día que decidas
que puedes… podrás”, si un día consideramos que debemos borrar y hacer “Reset”
en nuestro disco duro, perfectamente lo podemos lograr…considerando también
el hecho de que, a través del desarrollo
de nuestra vida, siempre hemos ido tomando decisiones, de acuerdo a nuestra
línea de pensamiento en las diferentes etapas que nos ha tocado vivir.
De tal manera que si comenzamos a pensar en el hecho,
de que “los años pasan” y las cosas cambian, podemos considerar y “aceptar” que
en algún momento se van a presentar limitaciones propias y será más beneficioso
y saludable mental y emocionalmente, si lo vemos como algo natural, ya que
existe la tendencia a pensar que eso de “envejecer” le pasa a los demás….no,
nos pasará a todos los que contemos con la fortuna de llegar….el cuerpo es así,
y tiene fecha de vencimiento; lo que, si
lo cuidamos, no causará mayores dificultades…excepto las que por proceso de
evolución corresponda vivir.
En cuanto a lo concerniente a esta línea de pensamiento podemos ir adoptando una actitud de “pensar y esperar de los demás, solo aquello que nosotros seamos capaces de pensar y dar” o comenzar a sembrar aquello que esperamos cosechar algún día; una actitud a partir de “mi”; si yo no soy capaz de tomar determinada acción negativa en tu contra, y “todos somos uno” y formamos parte de una misma fuente que es Dios, ¿Por Qué, yo debo ir por la vida, pensado y esperando mal de todos los demás? Y eso incluye nuestro entorno más cercano….Es el momento de poner un “alto” y una luz roja de alerta, en tanto y en cuanto me vea pensando mal, cambiar el pensamiento ¿Por qué pienso esto de esta persona? YO no soy capaz de hacerlo, ella tampoco…..Recordemos que en ocasiones las personas nos reflejan algo de nosotros mismos que no queremos reconocer. No es que vayamos a negar la maldad que existe en el mundo, ella existe para que veamos lo bueno; se trata que desde nuestro corazón, demos lo bueno y recibiremos lo bueno…desde “mi” desde “YO”, nunca nadie que sembró una rosa, cosechó una serpiente……Es en el pensamiento donde verdaderamente comienzan a generarse los cambios……
Muchas veces se relaciona la madurez con la
pérdida de facultades mentales. Especialistas
en el funcionamiento del cerebro como Tony Buzan, - defensor de técnicas como los mapas mentales
y la “alfabetización mental”, asegura que no tiene por qué ser así.
En su Manual, “Tu cerebro más joven”, pone como ejemplo de longevidad intelectual
una comunidad de monjas de un recóndito lugar de Minnesota (EE UU) llamado
Mankato . Desde hace tiempo interesa a los investigadores del envejecimiento
cerebral, ya que muchas de estas mujeres superan los 90 años y hay una cuantas
centenarias, la mayor parte de ellas con una asombrosa agilidad mental.
Una monja de esta comunidad, Marcella Zachman, fue
portada de la revista Life porque impartió clases hasta los 97 años. Otra
hermana, Mary Esther Boor, no se jubiló de su trabajo hasta los 99 años.
Igualmente, el profesor David Snowdon, de la
Universidad de Kentucky, investigó por qué entre estas mujeres hay un índice de
demencia senil y otras enfermedades mentales muy inferior a la media. La
respuesta es que las monjas de Mankato hacen todo lo posible para mantener la mente
ocupada en su vida cotidiana.
Compiten en concursos, resuelven pasatiempos y mantienen debates, además de escribir en sus publicaciones, dirigir seminarios y dar clases. Según Snowdon, el estímulo diario revitaliza los conectores del cerebro, que tienden a atrofiarse con la edad, haciendo que se ramifiquen y creen nuevos vínculos.
Esta regla también se aplica al rendimiento del
cerebro. Según los neurólogos, cuando lo mantenemos ocupado a través de la
lectura, la creación artística o el juego, aumenta la llamada memoria
automática, que es la que nos permite hacer cosas sin pensar en ellas.
Esa es solo una mínima referencia, en cuanto a
los estudios científicos que demuestran, la relación entre mantener la mente
ocupada, darle trabajo a las neuronas y conservar una mente lúcida y un
pensamiento más coherente con el paso de los años.
Algunos ejemplos de que la agilidad mental no está reñida totalmente con la edad, fueron Miguel Ángel, que dio luz a sus mejores obras de los 60 a los 89 años, hasta su último día de vida. Goethe terminó su obra maestra Fausto a los 82 años. Y un escritor más cercano a nosotros, José Saramago, mantuvo hasta poco más de los 87 años una más que envidiable actividad literaria. Su secreto estaba conformado de dos ingredientes básicos: trabajo e ilusión. También puede hacerse mención a poetas y dramaturgos como Arturo Uslar Pietri, quien escribió hasta avanzada edad; e hizo referencia al hecho de que la lectura y la composición permitía llegar a esa edad, con una cierta lucidez.
Y aunque los ejemplos pueden ser interminables, finalmente,
se hace referencia a la terapeuta Amber Hensley, quien aconseja incorporar a
nuestra rutina diaria alguna de estas actividades para mantener bien lubricada
nuestra red neuronal:
·
Juegos de mesa como el ajedrez, las damas, el dominó o
las cartas, incluyendo los solitarios.
·
Puzzles, mecanos y otros juegos de construcción.
·
Crucigramas, sudokus o cualquier pasatiempo.
·
Cruciletras o Scrabble, juego que consiste en armar
palabras sobre un tablero.
No trata este manuscrito de realizar un estudio sobre “el pensamiento” ya existe sobrada información al respecto, pero sí de establecer el hecho que a través del pensamiento, está demostrado que insertamos en nuestros patrones de conducta las creencias que rigen nuestro comportamiento y actitudes ante la vida; y gracias a los pensamientos el hombre ha sido capaz de elaborar todo un conjunto de ciencias que así ya lo han demostrado.
Estudios realizados por Psicólogos, Médicos en las diferentes especialidades (Sobre todo en Oncología), Científicos, Biólogos Moleculares y Físicos, han demostrado y aportado primicias científicas, que permiten explicar el mecanismo de la vida, de nuestros pensamientos, de nuestra interacción con el subconsciente y de cómo utilizar una serie de técnicas que permiten acceder a una mejor calidad de vida en el devenir de los años, ya que está claramente demostrado que con nuestros pensamientos y actitudes podemos cambiar el entorno a nuestra conveniencia.
2.
Línea del Sentimiento
“De la
abundancia del corazón, habla la boca”, Mateo 12:34.
“Tal como piensa el hombre en su corazón, así
es él” (Proverbios 23:7)
Investigaciones recientes han demostrado que cuando la
cabeza y el corazón entran en conflicto, siempre gana el corazón y que cuando
en el corazón imperan sentimientos negativos, como la rabia, el miedo o la
tristeza, solo por mencionar algunos, ello afecta directamente el sistema
inmunológico, haciendo nuestro cuerpo más propenso a sufrir deterioros; y enfermedades, como el cáncer, la
hipertensión, los problemas digestivos, todos ellos, tienen su origen
principalmente en nuestras emociones, de tal manera que independientemente de
cualesquiera sean las circunstancias que hayamos tenido que vivir, todo va conformando
parte de un pasado, de una experiencia vivida, que nada ni nadie podrá cambiar;
por lo tanto, debemos quitar, todo sentimiento negativo, toda culpa, por
aquello de que “si lo hubiese dicho” “si lo hubiese hecho de otra manera”; lo
que se hizo, lo que no se dijo, ya no podrá ser diferente; podemos empacar los
errores, las experiencias vividas y quedarnos solo con el aprendizaje, que todo ello pudo dejarnos;
darle la espalda a todo lo que nos lastime, y comenzar un nuevo camino,
viviendo cada día como si fuera el último.
Existen
cuatro leyes espirituales en la India y
la segunda de ellas dice que: "Lo que sucede es la única cosa que podía
haber sucedido".
Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas
podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No
existe el: "si hubiera hecho tal cosa...hubiera sucedido tal
otra...". No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que
haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada
una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque
nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo.
Desde
temprana edad, podemos comenzar a vivir en el día “presente” para cuando si
tenemos el privilegio de alcanzar los “años dorados” ya nos hemos formado una
conciencia de perdonarnos y perdonar todo aquello y a todos aquellos, que
sentimos de alguna manera nos hizo daño; y darnos cuenta lo cierto que es la
frase de Lobsang Rampa “…nadie ha osado
llevarse ni un cerillo apagado a través del río de la muerte…”
Y no se
trata de olvidar, sino simplemente aceptar que lo pasado nadie lo podrá
cambiar, y que emocionalmente no debemos cargar con culpas que solo hacen daño y así, como al perder un familiar
o alguna persona muy querida, nunca la olvidamos, el dolor de su partida se
mitiga y se recuerdan solo los buenos momentos, igualmente debemos hacer
con las circunstancias que en un momento
dado, por decisiones nuestras, porque somos responsables al cien por ciento de
todo cuanto hayamos vivido, echar todo en un saco y lanzarlo al río, dejando
solo la experiencia que nos queda, que detrás de todo siempre hay algo bueno que el aprendizaje nos deja…..
Llega un momento de la vida en que cargar con tantos lastres emocionales, no resulta ni cómodo ni beneficioso, ya que ello siempre traerá la sensación de amenaza y tensión que acompañan a este tipo de ataduras, lo que vuelve a uno vulnerable al desorden emocional y la amenaza constante de no permitir mantener una Paz interior.
El soltar lastres se basa
en la premisa de que cada persona es responsable de sí misma e implica vivir el
momento presente, el aquí y el ahora, permitir que en la vida las cosas se den
por sí solas en lugar de forzarlas y tratar de controlarlas, de este modo se
pueden alcanzar fácilmente estados de gozo como son la serenidad, una profunda
sensación de paz interior, la capacidad de dar y recibir amor y la libertad
para encontrar soluciones creativas y reales a cualquier inconveniente que se
presente, además de poder vivir la propia vida sin sentimientos excesivos de culpa
o responsabilidad hacia los demás.
Y la cuarta Ley Espiritual de la India, también nos hace un
enunciado al respecto: “…Cuando
algo termina, termina".
Simplemente así. Si algo terminó
en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo,
seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia. Creo que no es
casual que estén leyendo esto, si este texto llegue a nuestras vidas hoy; es
porque estamos preparados para entender que ningún copo de nieve cae alguna vez
en el lugar equivocado!
Linea de la Actuación
“Los seres humanos no dejan de jugar porque envejecen;
Envejecen porque dejan de jugar”
Oliver Wendell Holmes
Estamos sumidos en un estado de agitación y
complicaciones que no dejan espacio para aquietarse y reflexionar sobre el
rumbo a tomar. La publicidad, el mercadeo, la globalización, bombardean
diariamente con una información hacia las “actitudes” que debemos asumir para
mantenernos jóvenes, de cómo mantener la figura física, de ejercicios, de
cirugías para estirar la piel y evitar las arrugas, aun cuando lo más
importante es asumir una actitud que nos permita mantener el ALMA sin arrugas;
es allí cuando una actitud optimista será el complemento imprescindible para
que nuestro cerebro sea un generador de creatividad en lugar de un pozo de
lamentos.
Generalmente los patrones de conductas y
actitudes están marcados por las “creencias” que son pensamientos y
conclusiones generadas de la información recibida o de experiencias vividas.
Las creencias pueden ser conscientes o inconscientes y son una parte esencial
de la personalidad; y pueden estar asociadas a valores, actitudes, emociones y
comportamientos.
Aunque no estemos conscientes de su influencia
en nosotros, en realidad las creencias inciden en nuestras acciones,
percepciones, comportamientos y hasta en la biología de nuestro cuerpo; existiendo
diferentes tipos de creencia, como creencias insanas, positivas y saludables, e incluso existen las creencias
“limitantes” que pueden sesgar la percepción de la realidad y contribuir
activamente a crear un determinado resultado. Algunas creencias establecen
límites a lo que podamos hacer y obtener. Ciertos comportamientos son un
reflejo directo de nuestras creencias, percepciones y valores, generados por
experiencias pasadas; muy a menudo se
utiliza una expresión yo la denomino “lastimera”, pero que es una falsa
creencia, cuando se comentan temas sobre la vejez, como que
…..”bueno todos vamos para allá” …
El Dr.
Juan Hitzig reconocido Geróntologo y autor del libro “Cincuenta y tantos,
cuerpo y mente en forma aunque el tiempo siga pasando…” nos hace la siguiente explicación:
“…No hay duda de que el ser humano
vive cada vez más. ¿Cómo hacer para que esta longevidad no sea una acumulación
de dolencias y enfermedades, sino una etapa vital, plena de experiencias y
desarrollo personal?
Las ideas centrales de ese libro se
basan en investigaciones que demuestran que alrededor de los cincuenta años se
encuentra el Punto de Inflexión Biológica que define en qué forma
envejeceremos. Tomando en cuenta aspectos biológicos, sociológicos,
psicológicos e incluso espirituales, presenta una manera de encarar los
próximos años que permitirá frenar el envejecimiento y renovar, con
inteligencia, la segunda mitad de nuestras vidas.
Este Profesor dedicado a estudiar las causas de la longevidad
saludable sostiene con humor que: “El
cerebro es un ‘músculo’ fácil de engañar; si sonríes cree que estás contenta(o)
y te hace sentir mejor”.
Explica que el pensamiento es un
evento energético que transcurre en una realidad intangible pero que
rápidamente se transforma en emoción (del griego emotion, movimiento),
un movimiento de neuroquímica y hormonas que cuando es negativo hace colapsar a
nuestro organismo físico en forma de malestar, enfermedades e incluso de
muerte.
Con los años, el Dr. Hitzig ha
desarrollado un alfabeto emocional que conviene memorizar.
Las conductas con R: Resentimiento, rabia, reproche, rencor,
rechazo, resistencia, represión, Son generadoras de coRtisol, una
potente hormona del estrés, cuya presencia prolongada en sangre es letal para
las células arteriales ya que aumenta el riesgo de adquirir enfermedades
cardio-cerebro-vasculares.
Las Conductas con “R”: Resentimiento,
rabia, rencor, represión, rechazo, resistencia, generan actitudes con “D”:
Depresión, desánimo, desesperación, desolación…
Las Conductas con “S”: Serenidad,
silencio, sabiduría, sexo, sonrisa, son motorizadas de Serotonina, la hormona
generadora de tranquilidad que mejora la calidad de vida, aleja la enfermedad y
retarda la velocidad del envejecimiento celular, estas actitudes generan actitudes “A”: Amor, amistad,
acercamiento, aprecio, ánimo, alegría.
Así el Dr. Hitzig, hace las
siguientes reflexiones:
v
Presta
atención a tus pensamiento, pues se harán palabras
v
Presta
atención a tus palabras, pues se harán actitudes
v
Presta
atención a tus actitudes, pues se harán conductas
v
Presta
atención a tus conductas, porque se harán carácter
v
Presta
atención a tu carácter, porque se hará biología. Así que en nuestro propio
beneficio se deben mantener actitudes saludables y PRACTIQUEMOS…..”
La queja, por ejemplo, es un hábito común en las personas amargadas y
pesimistas. Se deleitan buscando de qué quejarse para tener un tema de
conversación generalmente negativa que no conduce a nada. La gente sabe que
quejarse no cambia las situaciones, ni tampoco mejora las cosas, que no
resuelven nada, porque es inoperante, no
aporta soluciones, y solo es un recurso,
para pretender inspirar lástima, y porque
en el fondo no se atreven a cambiar aquello
que les desagrada, ni aceptar lo que no pueden cambiar, ni aceptar a las
personas como son.
Quejarse es concentrar la atención en situaciones desagradables, y esos
pensamientos negativos crean la situación de esa persona, porque son los pensamientos
los que generan la realidad. Muchos filósofos,
profetas y sabios, sabían esto desde hace siglos, y lo transmitieron en sus
doctrinas, lo lamentable es que no todas las personas toman conciencia de ello.
Todos en algún momento hasta la persona más positiva del mundo, se queja sin ser plenamente consciente, es por eso que debemos aprender a no emitir juicios, a evitar las personas que siempre van pregonando sus males, ya que la queja no es sino la intención inútil de liberarse de un sufrimiento, y si tomamos consciencia de ello, evitamos la compañía de ese tipo de gente y fiscalizamos nuestros pensamientos, podemos eliminar por completo de nuestros pensamientos la negatividad y la queja.
Alimentar la curiosidad y celebrar cada día que
pasamos en el mundo, es todo lo que hace falta para no retirarnos nunca del
lado soleado de la vida. Disponer la mente
para ver diferentes alternativas
ante las situaciones que se presenten y
“ponerse” en los zapatos de los demás para no imponer nuestra manera y
forma de ver las cosas..…es una actitud válida y que puede ayudarnos a liberar
emociones; y, aceptar los criterios
ajenos, puede evitar discusiones estériles y como dicen, así llevamos la fiesta
en paz, por cuanto no todos observamos la vida con el mismo cristal.
Somos seres que estamos en un proceso continuo
de cambio y una de las características que poseemos los seres humanos es que
somos como el bambú, tenemos un alto grado de flexibilidad y adaptación, los
cuales si comenzamos a practicar, sobre todo cuando observamos que nuestras capacidades físicas y mentales
comienzan a menguar, nos pueden evitar ratos de desasosiego; porque si algo
debemos tener muy presente es que todo cambia, que todo tiene su tiempo, que
todo tiene un porqué y un para qué y que nuestras actitudes deben irse
acoplando a nuestras necesidades y circunstancias de cada momento.
Considerar que nuestro entorno en general escapa
de nuestro control y lo único que podemos cambiar y controlar es a nosotros
mismos; que siempre tendremos la opción de elegir, cómo voy a actuar, que soy cien por ciento
responsable de mí mismo y de mi conducta.
Alimentar una actitud positiva frente a los
hechos nos permitirá encontrar siempre nuevas y
mejores opciones; llega un momento en que con quejas y controversias solo podemos lograr aislarnos;
ya que las demás personas no se alejan de nuestras vidas, somos nosotros con
nuestra actitud los que permitimos que permanezcan en ella.
Asumir una actitud de respeto hacia los demás, no querer imponer criterios, aceptar que así como un día uno tomó sus propias decisiones, todas esas que me trajeron al sitio donde estoy, acertadas o no; mi entorno, hijos, nietos, sobrinos, todos, cuando llegan a una edad adulta, tienen el mismo derecho, de aprender y procesar sus propias experiencias; son ellos los que tienen en su poder sus elecciones, que todos somos responsables al cien por ciento de nuestra vida, que la decisión sobre cuáles ejemplos seguir y las experiencias que desean realizar deben ser tomadas individualmente; así todos somos responsables de nuestros éxitos y nuestros errores; y sobre todo, debemos llevar a la práctica, el proverbio “los consejos y las sugerencias son como el agua; dársela a quien la pida” y no, que por un patrón errado de actitud de tratar de justificar con “yo quiero lo mejor para ti”, pecamos de intromisión, ganando con ello frases que no deseamos escuchar, para luego asumir una actitud de víctima, que tampoco favorece para nada.
En líneas generales, luego de haber llevado un
ritmo de vida, con todos los altibajos propios de cada tiempo; podemos elegir
en beneficio de nuestra paz, armonía y salud, llevar una vida sencilla, que no
significa retirarse a dormir en una hamaca, regar matas, cuidar loros o simplemente
compartir la vida con una mascota ; sino aligerar el ritmo de ese estilo de
vida; que bien podríamos resumir en primer lugar a darle valor a lo que no
tiene precio y quitarle valor a lo que tiene precio; comer sano, hacer un poco
de ejercicio, compartir eventualmente en actividades sociales, y lo más
importante diariamente dedicarle tiempo a Dios; no solo a primera hora del día agradecerle
el milagro de amanecer con vida y al anochecer por habernos permitido disfrutar
otro día más, sino a través de todo el día vivir en presente y como dijo Jesús
de Nazareth…”lo demás viene por
añadidura…”
También como medida preventiva y si es su
elección, para su tranquilidad realizarse una evaluación médica general, una vez al año, aunque en el mayor de los
casos, todos los médicos, de todas las especialidades, sin excepción, a menos
que presente una problemática de salud muy severa, le informarán que sus
achaques son propios de la edad.
De tal manera que, si consideramos que la
actitud es la postura con que elegimos enfrentar las circunstancias de la vida, e igualmente es la
manera en que comunicamos nuestros sentimientos a los demás, debemos entonces
cultivar una actitud positiva, y así podemos manejar un estado mental
consciente de mantener el pensamiento en positivo, y formar de esta manera
paradigmas que van a reforzar con el tiempo, una actitud que sin importar las
circunstancias que nos toque vivir, siempre podemos elegir, el lado bueno de la
situación, ya que estaremos haciendo uso de la decisión de sentirnos libres; y
vivir por encima de las cosas básicas, como enunció Víctor Frankl, “…La última
de las libertades humanas es escoger la actitud de uno en cualquier clase de
circunstancias…”
No es sabio ni prudente insistir en querer
continuar haciendo y manteniendo situaciones que nos colocan en situaciones de
riesgo, tanto físico como emocional. Si es usted una persona que cuenta con la
fortuna de llegar a los “Años Dorados”, en compañía de una pareja, juntos
deberían complementarse con este tipo de conducta o actuación y así servirse de
apoyo, pero sin desconocer el paso del tiempo, que es igual para ambos; sin
entrar en descalificaciones que deterioran la convivencia en común y
reconociendo las limitaciones físicas propias que vayan apareciendo, y
brindarse hasta donde sea posible la ayuda necesaria, y llegado el caso pedir
con humildad, ayuda a un tercero,
Eventualmente puede uno hacerse las siguientes
reflexiones:
- ¿Con qué actitud comienzo cada
día?
- ¿Cuál es mi posición ante las
situaciones que debo enfrentar diariamente?
- ¿Cómo reacciona la gente a mi
alrededor con mi actitud?
Cuando tenemos una actitud positiva la gente
responde favorablemente. Cuando tenemos una actitud negativa la gente tiende a
rehuirnos y alejarse…
Ahora bien, la actitud viene dada en gran parte por los hábitos, que pueden ser definidos como la segunda naturaleza de lo humano; los hábitos son la proyección del ser en el hacer; “casi sin pensarlo hago lo que soy, porque en algún momento construí con mi pensamiento y mi voluntad la decisión” de mantener una actitud positiva…así los hábitos vuelven estable una conducta por encima de los hechos circunstanciales que se deben enfrentar en el mundo. De tal manera entonces, que en la medida que practicamos y nos hacemos de hábitos positivos, llegado el momento ya se habrá sembrado la actitud que marcará la pauta en la plenitud de la vida…
Lo siguiente bien podría ser una oración diaria.
“…Con una actitud positiva y un corazón dispuesto, experimento el bien de Dios.
Tengo el poder de decidir —a cada momento— cómo tratar a las personas y las
situaciones en mi vida, y qué actitud y cuáles acciones debo fomentar para
seguir adelante. En mí yace la habilidad para ser dichoso y sentirme
satisfecho. Al estar consciente de ello, elijo ser feliz hoy y vivir al máximo.
Elijo tener una actitud libre de temor, no importa lo que experimente. Veo más
allá de las apariencias y vivo con gratitud. Elijo ser optimista acerca del
futuro y permanecer receptivo al bien de Dios en mayor medida. Mi actitud me
ayuda a crear una realidad mejor para los demás y para mí..”.
4. Línea de Alimentación
Que la comida sea tu alimento y el
alimento tu medicina.
Hipócrates
La conducta en la línea de alimentación, es una línea que debe asumirse desde temprana edad, mantener una dieta sana, alta en fibra y baja en grasa y carbohidratos, seguramente no se hace por lo agitado de la agenda en la juventud, no se toma de manera estricta, aunque ya puede observarse con mayor frecuencia que los jóvenes están dedicando más espacio de su tiempo, a dietas sanas, ir a gimnasios, hacer ejercicios al aire libre y evitando el consumo excesivo de alcohol, y otros vicios que perjudiquen la salud; es entonces que llegado el momento, si se ha llevado un ritmo de vida, un tanto extravagante en este sentido, se debe tomar conciencia de ello, y para mantener los niveles químicos (colesterol- triglicéridos- úrea- glicemia- etc..) en parámetros “normales” y en beneficio del mantenimiento de los órganos y vías como venas y arterias, es necesario establecer un régimen alimenticio lo más sano posible, con el consumo de cereales, vegetales y frutas, que le permitan de manera eventual cometer algún exceso….pero que ello no sea la norma sino la excepción; obviamente hay mucho qué decir acerca de la alimentación y del ejercicio, necesarios para crear y sostener un balance saludable en el cuerpo.
Dentro de esta conducta se debe llevar una línea por mantener orden en
el horario de comidas, al ser estas elaboradas de forma balanceada, permiten
hacerlo ya que de esa forma el organismo evitará el consumo fuera de horario.
Sin convertirse en un esclavo de la comida, en el mercado se encuentra numerosa literatura,
acerca de los beneficios de los diferentes vegetales, frutas, cereales y la
manera de incluirlos en la dieta diaria, de acuerdo a las necesidades de cada
persona. Igualmente existen diferentes tips en la forma de alimentación que
pueden regular las diferentes funciones del organismo, que son válidas y
pertinentes de manera individual; sin embargo también hay detalles como por
ejemplo: que las frutas deben consumirse antes de las 2 pm; que la cena debe
ser ligera; en fin, aplicar un tanto
aquello que debemos desayunar como un rey, almorzar como un príncipe y cenar
como un mendigo.
Se debe acostumbrar al organismo a tomar una
cena suave y no consumir alimentos altos en azúcar, grasa y carbohidratos. El consumo de
alimentos ricos en antioxidantes –frutas y verduras, legumbres, frutos secos,
té verde– no sólo ayuda por ejemplo a prevenir el cáncer, sino que neutraliza
los temidos radicales libres que envejecen el cerebro.
Una dieta demasiado grasa, además, puede
derivar en presión arterial alta, diabetes, obesidad o altos índices en nuestra
química, los cuales dificultan el riego sanguíneo también en el cerebro. De tal
manera, que si tomamos en cuenta algo de la medicina china, que dice que nos
enfermamos por “lo que pensamos, lo que sentimos y lo que ingerimos”, si a
temprana edad se asumen ciertos patrones al respecto, pues podemos disfrutar de
una plenitud en nuestra vida con buena calidad de vida.
CONSIDERACIONES FINALES
Se pueden considerar y asumir ciertas conductas que
nos liberarán del Stress porque en cierto modo al desligarnos de los apegos y
lastres emocionales y materiales, la
vida se tornará más serena. Dentro de esas conductas podemos establecernos
ciertas normas para practicarlas diariamente…..
1.
AGRADECIMIENTO A DIOS, antes de salir de la cama, agradecerle a Dios ver la
luz de un nuevo día, que nos permite vivirlo y compartirlo con quien esté a
nuestro alrededor…
2.
ASEO PERSONAL. Acostumbrar una rutina diaria de aseo personal a primera
hora de la mañana. Aunque no se vaya a salir a la calle, mantener la costumbre
de arreglarse todos los días, si es mujer no perder la costumbre de ir a la
peluquería aunque sea una vez al mes, llevar un buen corte de cabello, el
cuidado de las uñas de manos y pies, igualmente si es hombre, cuidar esa imagen
de caballero pulcro, y ambos, al salir a la calle, pendientes con la ropa de
llevarla limpia; mirarse al espejo o preguntarle a alguien ¿Cómo me veo?
3.
MANTENER UN CALENDARIO, Grande y
visible, que actualizaremos diariamente, la fecha completa, día, mes y año, lo
que nos permitirá ubicarnos en el tiempo y en el espacio.
4.
NUNCA DISCUTIR O POLEMIZAR, se debe evitar entrar en diatribas o
discusiones estériles, que nunca conducen a nada, sobre todo cuando estamos con
personas contemporáneas de criterios totalmente opuestos, y menos aún, si no
vemos una apertura mental en nuestro interlocutor que permita vislumbrar un
acuerdo en la diferencia; tampoco con personas más jóvenes, siempre debemos
recordar que cuando tuvimos esa
edad…sentimos y pensamos que nos sabíamos todo y nos estábamos comiendo el
mundo y de eso se trata el Respeto…
5.
LLEVAR UN DIARIO, para organizar las actividades del día por escrito,
aunque sean pocas y simples las cosas por hacer, como terminar de leer un
libro, llamar a los cumpleañeros para felicitarles, o cualquier llamada de
rutina….
6.
MANTENER TODO ORDENADO Y A LA VISTA, las cosas de uso personal, los
medicamentos, la ropa y de ser posible, con pequeñas etiquetas que nos indiquen
el uso que le damos a cada cosa….no mantener nada innecesario….nada de estar
guardando cuanta bolsita o cajita, porque esta me la regaló mi nieta, esto me
lo trajo mi amiga de su viaje a Europa, los recuerdos debemos conservarlos en
el alma y recordar siempre que cuando nos vamos de este plano no nos llevamos
absolutamente nada, ni el cuerpo porque ese también se queda….
7.
COLOCAR FOTOS de los hijos, nietos, hermanos, sobrinos, amigos y a manera
decorativa, colocarles los nombres…..
8.
ALIMENTACION ADECUADA Y EN HORARIO, tratar de llevar una alimentación no
solo sana, sino un consumo en horarios fijos, y eso beneficiará el sistema
digestivo. Una buena medida puede ser finalizar el día con un Té digestivo….
9.
SIEMPRE TENER LAPIZ Y PAPEL A LA MANO para anotar cualquier imprevisto,
algún mensaje que recibamos para otra persona, una gestión que nos encarguen
hacer, etc.
10. EN LA MEDIDA DE LO
POSIBLE, una caminata diaria o interdiaria aunque sea corta…o la práctica de
algún ejercicio…actividad o tarea
diaria, dedicar tiempo a leer y a compartir libros con amistades y
conversar respecto al contenido de los mismos para intercambiar opiniones;
practicar sodukos, crucigramas, tratar de estar al día con la Tecnología por lo
menos aunque sea en lo Básico…ello beneficia la actividad neuronal y permite el
intercambio de información con otras personas…así como también que un aprendizaje
constante permite mantener la agilidad mental y para ello debemos procurar a la
mente ejercicios y nuevos desafíos.
11. TRATAR de formar
aunque sea un pequeño grupo con otras personas contemporáneas y con
inclinaciones afines, y reunirse eventualmente, intercambiar opiniones sobre
aconteceres nacionales e internacionales, celebrar sus cumpleaños, ir al cine,
mantener contacto con la naturaleza, o
caminar por algún Centro Comercial, para compartir un té, un café o un
helado.
12. DORMIR SUFICIENTE. Un estudio llevado a cabo en Harvard con estudiantes de matemáticas demostró que un buen descanso nocturno duplicaba la capacidad de los participantes para resolver problemas planteados el día antes. Esto se debe a que, mientras dormimos, el cerebro se mantiene activo y tiene tiempo de sintetizar lo que ha aprendido con anterioridad. La expresión “voy a consultarlo con la almohada” tiene, por tanto, mucho sentido.
14. APRENDER A
DELEGAR…DELEGAR…..DELEGAR…..en este espacio
voy a extenderme un poco más, por cuanto considero que quizás es un
aspecto muy difícil para el ser humano, de aceptar. Acá influye de manera determinante la
formación espiritual que nos hayamos permitido asumir en el transcurso de
nuestra vida, que nada tiene que ver con costumbres religiosas; porque delegar implica “soltar apegos” y… ¿qué
son los apegos? Walter Riso en su libro “Desapegarse sin Anestesia”, define que
“…el apego es una vinculación (generalmente obsesiva) a objetos, personas,
actividades, ideas o sentimientos, originados en la creencia irracional de que
ese vinculo proveerá, de manera única y permanente, placer, seguridad o
autorrealización…” de tal manera entonces que “apego” es todo aquello que nos
hace prisioneros; así tenemos, apego
cuando tenemos miedo de la libertad; tenemos apego cuando perdemos el poder
interior; tenemos apego cuando nos volvemos dependientes de una persona, de un
evento, de una circunstancia; inclusive de la religión como una muleta exterior
y no como un punto de apoyo interior; tenemos apego al sentirnos indispensables
en nuestra cotidianidad y pretender realizar todas las labores cual si se fuera
un pulpo; por tanto para poder aprender
a delegar, debemos primero aprender a “desapegarnos”, emocionalmente de todo.
El
desapego no es una condición negativa, sino una condición vigilante, positiva,
que nos libera de algo que impide en nosotros el contacto con el alma, ese algo
es el miedo de la libertad, y esto está unido a la autonomía que pretendemos
mantener sobre nosotros mismos; siendo la autonomía una condición del alma, el
contacto de la personalidad con el alma. Más esa verdadera autonomía la
podremos ejercer al momento que comencemos a liberarnos de tanta innecesariedad
en nuestras vidas, ya que la condición del sufrimiento son los apegos, y ello solo lo podemos conseguir con una Fortaleza
Espiritual bien alimentada.
Existe un tópico en el que considero el más difícil de desapegarse, es el aspecto económico. Al ser humano le cuesta aceptar que no necesariamente tiene que manejar directamente sus finanzas; hay personas que se empeñan en que soy yo quien tiene que ir a hacer los pagos correspondientes a los servicios, ir personalmente al banco, aún cuando sus condiciones físicas no le permitan, estar de pie en una cola, se niegan a delegar ese aspecto en otra persona; por aquello de querer, en primer lugar sentirse “útiles”, uno puede sentirse útil con otras actividades; y en segundo lugar, la desconfianza hacia otras personas, y uno debe “aprender a confiar” en un hijo, en un nieto, en una amiga, para entregarle su tarjeta de débito o para otros menesteres; esto, junto a otro detalle como es el que si usted se acostumbro a conducir su auto, con los años, los reflejos no son los mismos, la agudeza visual suele fallar, entonces en la medida de lo posible, se debe delegar eso, y no se trata de deshacernos del auto, pero siempre habrá una persona más joven – si usted la ha preparado - a nuestro lado, que nos lleve a donde necesitemos ir.
Confiar, es sano y está bien, recuerde que …si yo no
soy capaz de hacerlo, por qué esa persona si? O también si nos aplicamos a
estar al día con lo básico de la tecnología, la gran mayoría de los pagos, pueden
realizarse por ese medio, igual que el pago de las compras; y así no solo evitar los riesgos de andar con
dinero en la calle, sino que le damos actividad a las neuronas; ya que en algún
momento puede ocurrir por eventos que debemos cumplir por evolución, que sin
darnos cuenta alguien tome las riendas de nuestra vida, es mejor ir preparándonos
para ello y seleccionar conscientemente la persona en quien poder delegar esas
labores por nosotros, y eso es bueno,
porque al final si perdemos la conciencia de nuestras actividades, en nuestro
subconsciente siempre vamos a saber a quién tenemos a nuestro lado.
En virtud de todo ello, es recomendable la práctica de
estos dos pequeños ejercicios, que pueden enseñarnos a desapegarnos
emocionalmente de todo, e igualmente les sugiero la lectura del libro de Walter
Riso, “Desapegarse sin Anestesia”..
SEGUNDO EJERCICIO: aprender a aceptar de buen grado
cuando alguien a quien le hacemos un regalo a su vez regala a otra persona nuestro
obsequio. O cuando a nosotros nos hacen un obsequio, aunque nos encante, darlo
a otra persona que lo necesite o también le guste ese regalo...
No es mucho lo que necesitamos,
es excesivo lo que deseamos.
Sheng Yen
Nunca te lamentes que te estás haciendo viejo,
porque a muchos
les ha sido negado este privilegio”.
Proverbio Irlandés
Nervis C. Nava
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