OTOÑO EN PLENITUD...

 


“Envejecer es un mal vicio que no se pueden permitir

Los  que andan muy ocupados” André Maurois

 

 

“OTOÑO EN PLENITUD”

 

Para vivir el atardecer de la vida con Serenidad….

 

 

 

 

Nervis C. Nava

 

 

 

 

 

GRACIAS 

 

A DIOS, Mi Luz, Guía  y Fortaleza

 

A mis hijos,

Angel Enrique y

Fidel David, mi

Motivación de Vida

 

A mi Nieto,

Matthias Alejandro,

Un sueño alcanzado

 

A Norka,

El Ser que me trajo a este plano,

Inspiración para este trabajo …

 

 

 

 

 

 “Los árboles meditan en Invierno,

Gracias  a ello, florecen en Primavera ,

dan frutos y sombra en Verano,

y se despojan de lo supérfluo en Otoño”..

 

 

 

 

 

 

Nunca  te  detengas

Siempre ten presente...

La piel se arruga,
el pelo se vuelve blanco,
los días se convierten en años…

Pero lo importante no cambia; tu fuerza y

tu convicción no tienen edad.
Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña.
Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida.
Detrás de cada logro, hay otro desafío.
Mientras estés viva, siéntete viva.
Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo.
No vivas de fotos amarillas…

Sigue aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.
Haz que en vez de lástima, te tengan respeto.

Cuando por los años no puedas correr, trota.
Cuando no puedas trotar, camina.
Cuando no puedas caminar, usa el bastón.
Pero ¡¡¡ nunca te detengas !!!...

Madre Teresa de Calcuta

 

 

 

 PROLOGO 

ENFRENTANDO LA VEJEZ…

SIEMPRE ES DURO PERDER LA VITALIDAD de la juventud y ver tus capacidades físicas disminuidas. Enfrentarse a envejecer no es algo fácil y de hecho la mayoría de las personas entran en momentos de crisis existencial y depresión debido a muchos aspectos relacionados con la vejez. Parte de la razón por la cual invade la depresión es por no prepararse a tiempo, así como no valorar aspectos más relacionados con la esencia interna que con la apariencia o la habilidad. Para evitar caer en crisis con la vejez es importante prepararnos y preparar a nuestros seres queridos para lo que eventualmente vendrá.

La posibilidad de quedarse solo, la necesidad de tener actividades, amistades y familia con los cuales uno pueda mantener el sentido de ser útil, la capacidad de crear, aprender y relacionarse, es clave. La vejez viene sin dolor emocional solo para aquel que ha tenido la madurez de prepararse, hablando con sus familiares, vislumbrando escenarios posibles, planificando económicamente y produciendo alternativas de vivienda que proporcionen más facilidad a la hora de estar cerca de las personas que nos sirven de apoyo, sin que esto signifique sobrecargar o invadir su espacio.

 

La sinceridad, cuando se enfrenta el tema de la vejez, si es uno el que está enfrentándolo, los padres o algún familiar, así como la valentía para no negar lo que vendrá sino verlo y buscar alternativas viables para el futuro son importantes.  Considerar la posibilidad de una enfermedad y como enfrentarla con dignidad, al igual que la muerte, es otra consideración.  Trabajar aspectos propios que te enfoquen a conocerte y a apreciar las cualidades más internas de tu ser, en vez de mantener la identidad solo basada en una apariencia física o en la habilidad de hacer ciertas cosas, también es clave. ¿Qué pasará cuando desaparezca tu juventud y cada vez te veas más anciano si no te valoras por otras razones? ¿O qué pasará cuando si ya no tienes la capacidad física o mental para lograr productividad o hacer lo que antes hacías, si te valoras solo por esto? Debes crear alternativas hobbies, actividades y relaciones, así como aprender a ver más en ti de lo que crees ser.

Si logras encontrarte más allá de las formas, más allá de un cuerpo que envejece, si logras verte en lo profundo de tu ser, siempre serás tú al observarte en el espejo. Ese espíritu que permanece porque no tiene edad. Allí le habrás ganado al tiempo, la vejez será solo una estancia pasajera para lo cual te has preparado y la muerte una ilusión física, porque sabrás quien eres.

 

Alison Salas McCarthy

Psicólogo y Consultor en Liderazgo y Éxito Integral

Valencia, Edo Carabobo- Venezuela

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Generalidades

El mensaje de este manual está dirigido a todas aquellas personas,  con apertura mental para ver la vida en diferentes  sentidos, comprendiendo que VIVIR, va más allá de un ciclo biológico; y que para todas las etapas de la vida, debemos prepararnos. Asumir el reto de aceptar y canalizar la etapa de la vejez, nos garantiza en buena parte, poder disfrutarla, con salud y lo más importante, en compañía de nuestros afectos más cercanos.

De acuerdo a investigaciones realizadas en la Universidad de Cambridge en Londres, donde se analizan los principales factores de riesgo  de la enfermedad de Alzheimer en la población mundial,  y tras observar nuevos vectores, han llegado a la conclusión de que uno de cada tres casos de esta enfermedad, podrían prevenirse ya que este mal está asociado a los malos hábitos en el estilo de vida, los cuales deben trabajarse para ser modificados.

Un estudio publicado en  la revista “The Lancet Neurology” viene a completar investigaciones anteriores a 2011 que estimaban que hasta un 50% de los casos se podía prevenir. Sin embargo, este nuevo estudio tiene en cuenta la superposición de factores de riesgo y, en consecuencia, se ha reducido las estimaciones anteriores. Entendiendo que la edad sigue siendo mayor factor de riesgo del Alzheimer, los expertos señalan la falta de ejercicios, el tabaquismo, la depresión, la actitud ante la vida y la falta de educación, como las principales causas de la enfermedad; además el estudio ha tenido en cuenta la diabetes, la hipertensión y la obesidad.

Ante  esta información, y otras tantas que nos indican cifras alarmantes, de personas en vía de padecer esta enfermedad tan terrible, es imperante comenzar a tomar conciencia al respecto y en la medida de lo posible, difundir, los patrones y actitudes que deben tomarse para evitarla, y lo más sensato es prepararse desde temprana edad, para la etapa de la vejez….por  si contamos con la fortuna de llegar a ella, podamos disfrutarla, en Paz, con salud y en armonía con nuestro entorno, porque está demostrado que, Envejecer es una cuestión de ACTITUD….


CONSIDERACIONES….

 

Aceptar el paso de los años, y tomar conciencia de las limitaciones mentales y físicas que vamos observando en nosotros mismos, convertirnos en observadores de nuestra conducta mental, emocional y física, para abrirnos a aceptar la ayuda y colaboración de nuestro entorno, aprendiendo a delegar aspectos personales de la cotidianidad,  son actitudes y conductas que se deben asumir a conciencia, y a partir de la mediana edad, ya que el ser humano con el transcurrir de los años  reafirma y profundiza esos comportamientos; de esta manera, dichos  patrones se irán estableciendo como hábitos de rutina y al momento de llegar a los “Años Dorados” o  al Otoño de nuestras vidas podemos culminar el atardecer de esos días con PAZ…..y sin generar mucho contratiempo a las personas que compartan nuestro entorno…..

Todos los seres humanos ansiamos vivir por largo tiempo, sin embargo es innegable el temor a la vejez, ya que ello implica o está asociada a enfermedad, deterioro y soledad. Surge entonces la incógnita ¿estamos preparados o nos preparamos para envejecer? Nadie está preparado para nada, todos aprendemos a tolerar el paso del tiempo, y el tiempo viene asociado con el envejecimiento y la muerte.

La vida de cada ser depende de sus propios pensamientos y deseos, nada llega por la suerte o la casualidad. Llegar a esa etapa de la vida, y terminar en un asilo maltratado, o en casa de algún pariente, como un inútil, depende de lo que cada cual haya hecho para conseguirlo; es por lo que cada uno debe ocuparse de prepararse para su vejez. ¿Se quiere estar en manos de otros? ¿Se quiere pedir una limosna de afecto y ser no solo unos viejos pobres, sino unos pobres viejos?

Es cierto que no todos llegaremos a viejos, pero ante esa incertidumbre, es preferible comenzar desde temprano con ciertas medidas y disciplinas que llegado el momento nos proporcionen una buena calidad de vida, ya que en la vejez no son solo las neuronas las que se deterioran, sino algo más importante como son, las relaciones sociales.

Por eso justamente, muchas personas llegado el momento de jubilarse, pierden gran parte de relaciones, porque tristemente, la sociedad como tal, nos  proporciona una vejez marginal, donde se va apartando a los “adultos mayores” de los lugares, de amores, de amistades y de la cotidianidad. Es allí que no se debe permitir que la edad, antes que enturbiar los días, los llene de color y fantasía; porque no se debe perder la ilusión y el optimismo, siempre dentro de ciertos parámetros y a conciencia de las limitaciones del paso del tiempo, sabiendo que la vida es un continuo quehacer, en donde siempre se puede ayudar, aconsejar, escribir, pintar y producir en todos los campos del saber, teniendo claro, que la vida es una tarea, una asignatura que dura hasta el final.

 

La vida del ser humano está dividida en ciclos de 7 años, en los cuales, cada período marca el desarrollo con hechos puntuales, siendo que hasta los siete años, se establecen las bases de la educación, los niños desarrollan la relación con el entorno, es el ciclo de la dentadura y se completa el desarrollo instintivo; de allí a los catorce, surgen cambios importantes en los aspectos mental y físico, que determinaran la personalidad como hombre o mujer; luego hasta los 21 es el desarrollo psíquico, la expresión del carácter, se adquiere la mayoría de edad  comienza la etapa de la adultez; de allí a los 28 es la juventud plena, la adquisición de responsabilidades, del desarrollo emocional; es un periodo de progreso en la captación de valores superiores, se despiertan por lo general el interés por el arte, la filosofía y la religión. Luego hasta los 35 es la plenitud física, es un periodo lleno de creatividad,  de energía para expresarse al mundo; camino a los 42  se cumple con la ambición terrena y espiritual, y ya debe estar afirmado el gobierno de la propia vida, con la necesidad de expansión; llegando así a un séptimo ciclo, donde se alcanza la plenitud intelectual, se llega a la reflexión filosófica y  analítica respecto al sentido de la existencia;  es por ello que la llegada al límite de esos ciclos, que han sido marcados por ciertos cambios en los patrones de conducta;  al llegar al séptimo ciclo, o a los 49, y cuando prácticamente se deberían haber  cubierto las etapas, de estudiar, profesionalizarse, casarse, y adelantar los hijos,  es cuando se comienza a disponer más tiempo para dedicárselo a “sí mismo”, porque hasta ahora se ha tratado de cubrir las expectativas que se esperan de nosotros, como ciclos naturales a cumplir, y es entonces cuando se debe comenzar a asumir un cambio en determinadas líneas, que nos permitan establecer los parámetros que serán los que al final definan nuestro comportamiento y actitud en la etapa a partir del octavo ciclo y marquen la diferencia si tenemos la fortuna de llegar a los años dorados de los 70……y más.

 

En las diferentes etapas de vida del ser humano, se van satisfaciendo necesidades propias de cada momento, de acuerdo a lo que “social y culturalmente” se ha establecido dentro de las diferentes sociedades. Más cuando se ha completado la mitad del camino, en caso de aquellos que están solos o acompañados, cuando los hijos se han marchado, y llegó el momento de jubilarse del trabajo o de la profesión que se ha ejercido durante mucho tiempo;  muchas personas comienzan a cuestionarse, sobre el hecho de…… ¿Y ahora qué?...

Es frente a ese dilema que se toma conciencia, que así como un día, nos vimos con un bebé en los brazos y sin manual para criarlo, debiendo comenzar a programar actividades, horarios, rutinas y proyectos para dentro de lo mejor posible, cumplir con la tarea de ser padres; igualmente si no se toman las previsiones al respecto, un día podemos vernos, envejecidos, cansados, enfermos, deambulando por clínicas y hospitales con los estudios radiológicos en las manos, o encerrados en algún lugar donde nunca imaginamos que podríamos llegar.

De tal manera que, así como se organiza la crianza de los hijos,  preparándolos para su futuro, igualmente se debe planificar el camino para los años del descanso y de lo que,  para quienes tenemos la certeza que la vida no termina con la muerte, ir dándole forma al camino de regreso, de manera que el mismo no cause contratiempos a nuestro entorno cercano, y llegar a cumplir esa etapa dentro de lo posible, con Salud,  Paz y en Armonía.

Dentro de este contexto se puede ir labrando el cómo ir dando forma a esa última etapa de la vida, que nos permita trascender, dejando gratos recuerdos más allá de lo que se haya podido sembrar en la Juventud y como dice Madre Teresa en su poema “..más que lástima, inspiremos respeto...”

Así podríamos decir que llegar a la vejez en un buen estado físico y mental es una de las cosas que más preocupa de nuestro bienestar; al fin y al cabo, ¿de qué sirve cuidarse si no es para vivir más y mejor? Pero hay algo que a todos en alguna oportunidad nos  hace reflexionar: y es que no cabe duda que en ocasiones la vejez pareciera ser injusta; en algún momento todos hemos conocido a personas que han fumado y bebido hasta su último suspiro y han vivido hasta los 90 años sin mayores contratiempos, y otras que han tenido una vida más saludable y no han llegado a cumplir los 70; pero una cosa es clara: diga lo que diga la genética, hay comportamientos que ayudan a vivir más, y sobre todo, a tener una vejez más activa, saludable y feliz.

Dentro de este esquema podría decirse que este mensaje, está enfocado hacia aquellas personas – que cada vez son más- , y como se dice al principio,  han comenzado a ver y a vivir la vida con sentido metafísico, comprendiendo que vivir, va más allá de un ciclo biológico.  El Envejecimiento, puede no afectarte. Puedes conseguir vivir más y mucho mejor. Dice la OMS (Organización Mundial de la Salud) en una de sus campañas: “Sigamos activos para envejecer bien”; y se puede aprender a ‘envejecer’  poco… y bien.

Adolfo Pérez Agustí, profesor de Medicina Natural y autor de casi 300 libros, te invita a “revertir este proceso y conseguir una longevidad cercana a los 120 años, con un estado de salud óptimo”. ¿No te lo crees? ¿Te suena a palabrería o falacia? Pues sí: es posible. Y en tus manos está hacer de lo que ahora lees  una realidad en tu vida diaria, si tomamos conciencia acerca de este proceso, observándonos en el día a día.

  “…El envejecimiento, un proceso de vida aparentemente inevitable, está siendo ampliamente debatido desde que los últimos descubrimientos en Biología y Medicina Cuántica demostraron, que no solamente podíamos disminuir el avance del envejecimiento, sino que también podíamos revertirlo; esto es, volver nuestro cuerpo y mente a épocas anteriores de plenitud.  Disponemos de medios para revertir el proceso y por asombrosa que parezca esta teoría, podemos empezar la reversión en cualquier momento de nuestras vidas…”  Adolfo Pérez Agustí

 Así que,  a continuación se plantean algunas sugerencias en cuanto a las “Líneas de Conducta” que pueden asumirse a partir de los cuarenta - y ello no implica necesariamente entregarse  a ser un “adulto mayor” desde temprana edad-  sino prepararse a vivir esa etapa, a conciencia, con buena calidad de vida, que le permita disfrutar esos momentos, junto a los seres a quienes le dedicó  gran parte de su tiempo, apoyo, cuidados y  juventud.

 

Nervis C. Nava M.

 

 

  


CREANDO HABITOS DESPUES DE LOS 40

La plenitud de la vida es un regalo de Dios.

Ciertamente el ser humano está preparado  para vivir a plenitud la última etapa, con buena calidad de vida, y no es menos cierto, que en el camino de la evolución del ser espiritual, deberá pasar por algunos eventos que están fuera del control humano, porque forman parte de las situaciones que traemos programadas para superar, trascender y evolucionar espiritualmente; es por ello la importancia de una preparación espiritual a través de los años para cultivar la fortaleza y  humildad de aceptar y superar dichos eventos.

Debemos ante todo convertirnos en personas más coherentes; ¿Y de que se trata ser “coherente”?   La Coherencia se define como  la correcta conducta que debemos mantener en todo momento, basada en los principios familiares, sociales y religiosos aprendidos a lo largo de nuestra vida.

 

Cultivar una conducta coherente es un medio para fortalecer el carácter y desarrollar la prudencia, con un comportamiento verdaderamente auténtico; es practicar el hecho de que pensamiento, sentimiento y acción van por un mismo camino; ya que una conducta coherente nos permitirá mantener cierto orden y control sobre nuestra vida, las situaciones que debemos enfrentar, y las decisiones que podemos tomar en el transitar por la vida.  Existen situaciones en la vida que muchos de nosotros consideraríamos desafortunadas. Sin embargo, al permanecer receptivos a un buen resultado, se pueden encontrar grandes bendiciones.

Existen  cuatro  “Líneas de Conducta” que se deben tomar en consideración e irlas asumiendo, cambiando, e internalizando  para lograr el objetivo planteado, las cuales podemos clasificar así:

 

1.     Línea del Pensamiento

2.    Línea del Sentimiento

3.    Línea de la Actuación

4.    Línea de la Alimentación


1.     Línea del Pensamiento 

“…Cuando cambias la forma de ver las cosas, cambiarán las cosas que  ves…”

Wayne Dyer

 

 

La fuerza que ha movido siempre a la humanidad es el pensamiento, y aunque no siempre el hombre actúa de acuerdo con sus pensamientos, mayoritariamente  se obra como se piensa. La ambición, la avaricia,  el ansia de fama, poder y riquezas acompañado todo ello de una degradación en la escala de valores,  de alguna manera han pervertido la mente humana y han canalizado los logros del hombre hacia objetivos materialistas, hurtándole su paz interna, su alegría y su salud; y siendo como es, el pensamiento, la mayor fuerza del universo, aunque tengamos ciertos parámetros grabados en nuestro cerebro, como dice el Dr. Wayne Dyer “…el día que decidas que puedes… podrás”, si un día consideramos que debemos borrar y hacer “Reset” en nuestro disco duro, perfectamente lo podemos lograr…considerando también el hecho de que,  a través del desarrollo de nuestra vida, siempre hemos ido tomando decisiones, de acuerdo a nuestra línea de pensamiento en las diferentes etapas que nos ha tocado vivir.

 

De tal manera que si comenzamos a pensar en el hecho, de que “los años pasan” y las cosas cambian, podemos considerar y “aceptar” que en algún momento se van a presentar limitaciones propias y será más beneficioso y saludable mental y emocionalmente, si lo vemos como algo natural, ya que existe la tendencia a pensar que eso de “envejecer” le pasa a los demás….no, nos pasará a todos los que contemos con la fortuna de llegar….el cuerpo es así, y tiene fecha de vencimiento;  lo que, si lo cuidamos, no causará mayores dificultades…excepto las que por proceso de evolución corresponda vivir.

En cuanto a lo concerniente a esta línea de pensamiento podemos ir adoptando una actitud de “pensar y esperar de los demás, solo aquello que nosotros seamos capaces de pensar y dar” o comenzar a sembrar aquello que esperamos cosechar algún día; una actitud a partir de “mi”; si yo no soy capaz de tomar determinada acción negativa en tu contra, y “todos somos uno” y formamos parte de una misma fuente que es Dios, ¿Por Qué, yo debo ir por la vida, pensado y esperando mal de todos los demás? Y eso incluye nuestro entorno más cercano….Es el momento de poner un “alto” y una luz roja de alerta, en tanto y en cuanto me vea pensando mal, cambiar el pensamiento ¿Por qué pienso esto de esta persona? YO no soy capaz de hacerlo, ella tampoco…..Recordemos que en ocasiones las personas nos reflejan algo de nosotros mismos que no queremos reconocer.  No es que vayamos a negar la maldad que existe en el mundo, ella existe para que veamos lo bueno; se trata que desde nuestro corazón, demos lo bueno y recibiremos lo bueno…desde “mi” desde “YO”, nunca nadie que sembró una rosa, cosechó una serpiente……Es en el pensamiento donde verdaderamente comienzan a generarse los cambios……

Muchas veces se relaciona la madurez con la pérdida de facultades mentales.  Especialistas en el funcionamiento del cerebro como Tony Buzan, - defensor de técnicas como los mapas mentales y la “alfabetización mental”, asegura que no tiene por qué ser así.

En su Manual, “Tu cerebro más joven”,  pone como ejemplo de longevidad intelectual una comunidad de monjas de un recóndito lugar de Minnesota (EE UU) llamado Mankato . Desde hace tiempo interesa a los investigadores del envejecimiento cerebral, ya que muchas de estas mujeres superan los 90 años y hay una cuantas centenarias, la mayor parte de ellas con una asombrosa agilidad mental.

Una monja de esta comunidad, Marcella Zachman, fue portada de la revista Life porque impartió clases hasta los 97 años. Otra hermana, Mary Esther Boor, no se jubiló de su trabajo hasta los 99 años.

Igualmente, el profesor David Snowdon, de la Universidad de Kentucky, investigó por qué entre estas mujeres hay un índice de demencia senil y otras enfermedades mentales muy inferior a la media. La respuesta es que las monjas de Mankato hacen todo lo posible para mantener la mente ocupada en su vida cotidiana.

Compiten en concursos, resuelven pasatiempos y mantienen debates, además de escribir en sus publicaciones, dirigir seminarios y dar clases. Según Snowdon, el estímulo diario revitaliza los conectores del cerebro, que tienden a atrofiarse con la edad, haciendo que se ramifiquen y creen nuevos vínculos.

Esta regla también se aplica al rendimiento del cerebro. Según los neurólogos, cuando lo mantenemos ocupado a través de la lectura, la creación artística o el juego, aumenta la llamada memoria automática, que es la que nos permite hacer cosas sin pensar en ellas.

Esa es solo una mínima referencia, en cuanto a los estudios científicos que demuestran, la relación entre mantener la mente ocupada, darle trabajo a las neuronas y conservar una mente lúcida y un pensamiento más coherente con el paso de los años.

Algunos ejemplos de que la agilidad mental no está reñida totalmente con la edad, fueron Miguel Ángel, que dio luz a sus mejores obras de los 60 a los 89 años, hasta su último día de vida. Goethe terminó su obra maestra Fausto a los 82 años. Y un escritor más cercano a nosotros, José Saramago,  mantuvo hasta poco más de los 87 años una más que envidiable actividad literaria. Su secreto estaba conformado de dos ingredientes básicos: trabajo e ilusión. También puede hacerse mención a poetas y dramaturgos como Arturo Uslar Pietri, quien escribió hasta avanzada edad; e hizo referencia al hecho de que la lectura y la composición permitía llegar a esa edad, con una cierta lucidez.  

Y aunque los ejemplos pueden ser interminables, finalmente, se hace referencia a la terapeuta Amber Hensley, quien aconseja incorporar a nuestra rutina diaria alguna de estas actividades para mantener bien lubricada nuestra red neuronal:

·         Juegos de mesa como el ajedrez, las damas, el dominó o las cartas, incluyendo los solitarios.

·         Puzzles, mecanos y otros juegos de construcción.

·         Crucigramas, sudokus o cualquier pasatiempo.

·         Cruciletras o Scrabble, juego que consiste en armar palabras sobre un tablero.

 

No trata este manuscrito de realizar un estudio sobre “el pensamiento” ya existe sobrada información al respecto, pero sí de establecer el hecho que a través del pensamiento, está demostrado que insertamos en nuestros patrones  de conducta las creencias que rigen nuestro comportamiento y actitudes ante la vida; y gracias a los pensamientos el hombre ha sido capaz de elaborar todo un conjunto de ciencias que así ya lo han demostrado.

 

Estudios realizados por Psicólogos, Médicos en las diferentes especialidades (Sobre todo en Oncología), Científicos, Biólogos Moleculares y Físicos, han demostrado y aportado primicias científicas, que permiten explicar el mecanismo de la vida, de nuestros pensamientos, de nuestra interacción con el subconsciente  y de cómo utilizar una serie de técnicas que permiten acceder a una mejor calidad de vida en el  devenir de los años, ya que está claramente demostrado que con nuestros pensamientos y actitudes podemos cambiar el entorno a nuestra conveniencia.

 

2.    Línea del Sentimiento

“De la abundancia del corazón, habla la boca”, Mateo 12:34.

 “Tal como piensa el hombre en su corazón, así es él” (Proverbios 23:7)

 

Investigaciones recientes han demostrado que cuando la cabeza y el corazón entran en conflicto, siempre gana el corazón y que cuando en el corazón imperan sentimientos negativos, como la rabia, el miedo o la tristeza, solo por mencionar algunos, ello afecta directamente el sistema inmunológico, haciendo nuestro cuerpo más propenso a sufrir deterioros; y  enfermedades, como el cáncer, la hipertensión, los problemas digestivos, todos ellos, tienen su origen principalmente en nuestras emociones, de tal manera que independientemente de cualesquiera sean las circunstancias que hayamos tenido que vivir, todo va conformando parte de un pasado, de una experiencia vivida, que nada ni nadie podrá cambiar; por lo tanto, debemos quitar, todo sentimiento negativo, toda culpa, por aquello de que “si lo hubiese dicho” “si lo hubiese hecho de otra manera”; lo que se hizo, lo que no se dijo, ya no podrá ser diferente; podemos empacar los errores, las experiencias vividas y quedarnos solo con el  aprendizaje, que todo ello pudo dejarnos; darle la espalda a todo lo que nos lastime, y comenzar un nuevo camino, viviendo cada día como si fuera el último.

 Hay momentos en que se torna muy difícil compartir los sentimientos con otras personas. Independientemente que se trate de “buenos o malos” sentimientos, es de vital importancia compartirlos, porque sentimientos y emociones acumulados o no compartidos, van alterando de alguna manera la bioquímica del organismo y afectando el sistema inmunológico que trae como consecuencia, junto a nuestras creencias, la generación de enfermedades y el deterioro físico, que disminuye nuestra calidad de vida.

Existen cuatro  leyes espirituales en la India y la segunda de ellas dice que: "Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido".
Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe el: "si hubiera hecho tal cosa...hubiera sucedido tal otra...". No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo.

Desde temprana edad, podemos comenzar a vivir en el día “presente” para cuando si tenemos el privilegio de alcanzar los “años dorados” ya nos hemos formado una conciencia de perdonarnos y perdonar todo aquello y a todos aquellos, que sentimos de alguna manera nos hizo daño; y darnos cuenta lo cierto que es la frase de Lobsang Rampa “…nadie ha osado llevarse ni un cerillo apagado a través del río de la muerte…”

Y no se trata de olvidar, sino simplemente aceptar que lo pasado nadie lo podrá cambiar, y que emocionalmente no debemos cargar con culpas que solo  hacen daño y así, como al perder un familiar o alguna persona muy querida, nunca la olvidamos, el dolor de su partida se mitiga y se recuerdan solo los buenos momentos, igualmente debemos hacer con  las circunstancias que en un momento dado, por decisiones nuestras, porque somos responsables al cien por ciento de todo cuanto hayamos vivido, echar todo en un saco y lanzarlo al río, dejando solo la experiencia que nos queda, que detrás de todo siempre hay algo  bueno que el aprendizaje nos deja…..

Llega un momento de la vida en que cargar con tantos lastres emocionales, no resulta ni cómodo ni beneficioso, ya que ello siempre traerá  la sensación de amenaza y tensión que acompañan a este tipo de ataduras, lo que vuelve a uno vulnerable al desorden emocional y la amenaza constante de no permitir mantener una Paz interior.

 

El soltar lastres se basa en la premisa de que cada persona es responsable de sí misma e implica vivir el momento presente, el aquí y el ahora, permitir que en la vida las cosas se den por sí solas en lugar de forzarlas y tratar de controlarlas, de este modo se pueden alcanzar fácilmente estados de gozo como son la serenidad, una profunda sensación de paz interior, la capacidad de dar y recibir amor y la libertad para encontrar soluciones creativas y reales a cualquier inconveniente que se presente, además de poder vivir la propia vida sin sentimientos excesivos de culpa o responsabilidad hacia los demás.

Y la cuarta Ley Espiritual de la India, también nos hace un enunciado al respecto: “…Cuando algo termina, termina".

Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia. Creo que no es casual que estén leyendo esto, si este texto llegue a nuestras vidas hoy; es porque estamos preparados para entender que ningún copo de nieve cae alguna vez en el lugar equivocado!

Linea de la Actuación

 

“Los seres humanos no dejan de jugar porque envejecen;

 Envejecen  porque dejan de jugar”

Oliver Wendell Holmes

 

 

Estamos sumidos en un estado de agitación y complicaciones que no dejan espacio para aquietarse y reflexionar sobre el rumbo a tomar. La publicidad, el mercadeo, la globalización, bombardean diariamente con una información hacia las “actitudes” que debemos asumir para mantenernos jóvenes, de cómo mantener la figura física, de ejercicios, de cirugías para estirar la piel y evitar las arrugas, aun cuando lo más importante es asumir una actitud que nos permita mantener el ALMA sin arrugas; es allí cuando una actitud optimista será el complemento imprescindible para que nuestro cerebro sea un generador de creatividad en lugar de un pozo de lamentos.

Generalmente los patrones de conductas y actitudes están marcados por las “creencias” que son pensamientos y conclusiones generadas de la información recibida o de experiencias vividas. Las creencias pueden ser conscientes o inconscientes y son una parte esencial de la personalidad; y pueden estar asociadas a valores, actitudes, emociones y comportamientos.

Aunque no estemos conscientes de su influencia en nosotros, en realidad las creencias inciden en nuestras acciones, percepciones, comportamientos y hasta en la biología de nuestro cuerpo; existiendo diferentes tipos de creencia, como creencias insanas, positivas y  saludables, e incluso existen las creencias “limitantes” que pueden sesgar la percepción de la realidad y contribuir activamente a crear un determinado resultado. Algunas creencias establecen límites a lo que podamos hacer y obtener. Ciertos comportamientos son un reflejo directo de nuestras creencias, percepciones y valores, generados por experiencias pasadas;  muy a menudo se utiliza una expresión yo la denomino “lastimera”, pero que es una falsa creencia,  cuando se  comentan temas sobre la vejez, como que …..”bueno todos vamos para allá” …

 

 

El Dr. Juan Hitzig reconocido Geróntologo y autor del libro “Cincuenta y tantos, cuerpo y mente en forma aunque el tiempo siga pasando…” nos hace la siguiente explicación:

“…No hay duda de que el ser humano vive cada vez más. ¿Cómo hacer para que esta longevidad no sea una acumulación de dolencias y enfermedades, sino una etapa vital, plena de experiencias y desarrollo personal?

Las ideas centrales de ese libro se basan en investigaciones que demuestran que alrededor de los cincuenta años se encuentra el Punto de Inflexión Biológica que define en qué forma envejeceremos. Tomando en cuenta aspectos biológicos, sociológicos, psicológicos e incluso espirituales, presenta una manera de encarar los próximos años que permitirá frenar el envejecimiento y renovar, con inteligencia, la segunda mitad de nuestras vidas.

 

Este Profesor dedicado a  estudiar las causas de la longevidad saludable sostiene con humor que: “El cerebro es un ‘músculo’ fácil de engañar; si sonríes cree que estás contenta(o) y te hace sentir mejor”.

 

 

Explica que el pensamiento es un evento energético que transcurre en una realidad intangible pero que rápidamente se transforma en emoción (del griego emotion, movimiento), un movimiento de neuroquímica y hormonas que cuando es negativo hace colapsar a nuestro organismo físico en forma de malestar, enfermedades e incluso de muerte.

 

Con los años, el Dr. Hitzig ha desarrollado un alfabeto emocional que conviene  memorizar.

Las conductas con R:  Resentimiento, rabia, reproche, rencor, rechazo, resistencia, represión, Son generadoras de coRtisol, una potente hormona del estrés, cuya presencia prolongada en sangre es letal para las células arteriales ya que aumenta el riesgo de adquirir enfermedades cardio-cerebro-vasculares.

 


Las Conductas con “R”: Resentimiento, rabia, rencor, represión, rechazo, resistencia, generan actitudes con “D”: Depresión, desánimo, desesperación, desolación…

Las Conductas con “S”: Serenidad, silencio, sabiduría, sexo, sonrisa, son motorizadas de Serotonina, la hormona generadora de tranquilidad que mejora la calidad de vida, aleja la enfermedad y retarda la velocidad del envejecimiento celular, estas actitudes  generan actitudes “A”: Amor, amistad, acercamiento, aprecio, ánimo, alegría.

 

Así el Dr. Hitzig, hace las siguientes reflexiones:

v  Presta atención a tus pensamiento, pues se harán palabras

v  Presta atención a tus palabras, pues se harán actitudes

v  Presta atención a tus actitudes, pues se harán conductas

v  Presta atención a tus conductas, porque se harán carácter

v  Presta atención a tu carácter, porque se hará biología. Así que en nuestro propio beneficio se deben mantener actitudes saludables  y  PRACTIQUEMOS…..”

 

La queja, por ejemplo, es un hábito común en las personas amargadas y pesimistas. Se deleitan buscando de qué quejarse para tener un tema de conversación generalmente negativa que no conduce a nada. La gente sabe que quejarse no cambia las situaciones, ni tampoco mejora las cosas, que no resuelven  nada, porque es inoperante, no aporta soluciones, y solo es un  recurso, para pretender inspirar lástima, y  porque en el fondo  no se atreven a cambiar aquello que les desagrada, ni aceptar lo que no pueden cambiar, ni aceptar a las personas como son.

Quejarse es concentrar la atención en situaciones desagradables, y esos pensamientos negativos crean la situación de esa persona, porque son los pensamientos los que generan la realidad.  Muchos filósofos, profetas y sabios, sabían esto desde hace siglos, y lo transmitieron en sus doctrinas, lo lamentable es que no todas las personas toman conciencia de ello.

Todos en algún momento hasta la persona más positiva del mundo, se queja sin ser plenamente consciente, es por eso que debemos aprender a no emitir juicios, a evitar las personas que siempre van pregonando sus males, ya que la queja no es sino la intención inútil de liberarse de un sufrimiento, y si tomamos consciencia de ello, evitamos la compañía de ese tipo de gente y  fiscalizamos nuestros pensamientos, podemos eliminar por completo de nuestros pensamientos la negatividad y la queja.

Alimentar la curiosidad y celebrar cada día que pasamos en el mundo, es todo lo que hace falta para no retirarnos nunca del lado soleado de la vida. Disponer la mente  para ver  diferentes alternativas ante las situaciones que se presenten y  “ponerse” en los zapatos de los demás para no imponer nuestra manera y forma de ver las cosas..…es una actitud válida y que puede ayudarnos a liberar emociones;  y, aceptar los criterios ajenos, puede evitar discusiones estériles y como dicen, así llevamos la fiesta en paz, por cuanto no todos observamos la vida con el mismo cristal.

Somos seres que estamos en un proceso continuo de cambio y una de las características que poseemos los seres humanos es que somos como el bambú, tenemos un alto grado de flexibilidad y adaptación, los cuales si comenzamos a practicar, sobre todo cuando observamos  que nuestras capacidades físicas y mentales comienzan a menguar, nos pueden evitar ratos de desasosiego; porque si algo debemos tener muy presente es que todo cambia, que todo tiene su tiempo, que todo tiene un porqué y un para qué y que nuestras actitudes deben irse acoplando a nuestras necesidades y circunstancias de cada momento.

Considerar que nuestro entorno en general escapa de nuestro control y lo único que podemos cambiar y controlar es a nosotros mismos; que siempre tendremos la opción de elegir, cómo  voy a actuar, que soy cien por ciento responsable de mí mismo y de mi conducta.

Alimentar una actitud positiva frente a los hechos nos permitirá encontrar siempre nuevas y  mejores opciones; llega un momento en que con quejas y  controversias solo podemos lograr aislarnos; ya que las demás personas no se alejan de nuestras vidas, somos nosotros con nuestra actitud los que permitimos que permanezcan en ella.

Asumir una actitud de respeto hacia los demás, no querer imponer criterios, aceptar que así como un día uno tomó sus propias decisiones,  todas esas que me trajeron al sitio donde estoy, acertadas o no; mi entorno, hijos, nietos, sobrinos, todos, cuando llegan a una edad adulta, tienen el mismo derecho, de aprender y procesar sus propias experiencias; son ellos los que tienen en su poder sus elecciones, que todos somos responsables al cien por ciento de nuestra vida, que la decisión sobre cuáles ejemplos seguir y las experiencias que desean realizar deben ser tomadas individualmente; así todos somos responsables de nuestros éxitos y nuestros errores; y sobre todo, debemos llevar a la práctica, el proverbio “los consejos y las sugerencias son como el agua; dársela a quien la pida”  y no, que por un patrón errado de actitud de tratar de justificar con “yo quiero lo mejor para ti”, pecamos de intromisión, ganando con ello frases que no deseamos escuchar, para luego asumir una actitud de víctima, que tampoco favorece para nada.

 

En líneas generales, luego de haber llevado un ritmo de vida, con todos los altibajos propios de cada tiempo; podemos elegir en beneficio de nuestra paz, armonía y salud, llevar una vida sencilla, que no significa retirarse a dormir en una hamaca, regar matas, cuidar loros o simplemente compartir la vida con una mascota ; sino aligerar el ritmo de ese estilo de vida; que bien podríamos resumir en primer lugar a darle valor a lo que no tiene precio y quitarle valor a lo que tiene precio; comer sano, hacer un poco de ejercicio, compartir eventualmente en actividades sociales, y lo más importante diariamente dedicarle tiempo a Dios; no solo a primera hora del día agradecerle el milagro de amanecer con vida y al anochecer por habernos permitido disfrutar otro día más, sino a través de todo el día vivir en presente y como dijo Jesús de Nazareth…”lo demás viene por añadidura…”

 

También como medida preventiva y si es su elección, para su tranquilidad realizarse una evaluación médica general,  una vez al año, aunque en el mayor de los casos, todos los médicos, de todas las especialidades, sin excepción, a menos que presente una problemática de salud muy severa, le informarán que sus achaques son propios de la edad.


De tal manera que, si consideramos que la actitud es la postura con que elegimos enfrentar las circunstancias de la vida, e igualmente es la manera en que comunicamos nuestros sentimientos a los demás, debemos entonces cultivar una actitud positiva, y así podemos manejar un estado mental consciente de mantener el pensamiento en positivo, y formar de esta manera paradigmas que van a reforzar con el tiempo, una actitud que sin importar las circunstancias que nos toque vivir, siempre podemos elegir, el lado bueno de la situación, ya que estaremos haciendo uso de la decisión de sentirnos libres; y vivir por encima de las cosas básicas, como enunció Víctor Frankl, “…La última de las libertades humanas es escoger la actitud de uno en cualquier clase de circunstancias…”

 

No es sabio ni prudente insistir en querer continuar haciendo y manteniendo situaciones que nos colocan en situaciones de riesgo, tanto físico como emocional. Si es usted una persona que cuenta con la fortuna de llegar a los “Años Dorados”, en compañía de una pareja, juntos deberían complementarse con este tipo de conducta o actuación y así servirse de apoyo, pero sin desconocer el paso del tiempo, que es igual para ambos; sin entrar en descalificaciones que deterioran la convivencia en común y reconociendo las limitaciones físicas propias que vayan apareciendo, y brindarse hasta donde sea posible la ayuda necesaria, y llegado el caso pedir con humildad, ayuda a un tercero,

 

Eventualmente puede uno hacerse las siguientes reflexiones:

- ¿Con qué actitud comienzo cada día?

- ¿Cuál es mi posición ante las situaciones que debo enfrentar diariamente?

- ¿Cómo reacciona la gente a mi alrededor con mi actitud?

 Cuando tenemos una actitud positiva la gente responde favorablemente. Cuando tenemos una actitud negativa la gente tiende a rehuirnos y alejarse…

 

Ahora bien, la actitud viene dada en gran parte por los hábitos, que pueden ser definidos como la segunda naturaleza de lo humano; los hábitos son la proyección del ser en el hacer; “casi sin pensarlo hago lo que soy, porque en algún momento construí con mi pensamiento y mi voluntad la decisión” de mantener una actitud positiva…así los hábitos vuelven estable una conducta por encima de los hechos circunstanciales que se deben enfrentar en el mundo. De tal manera entonces, que en la medida que practicamos y nos hacemos de hábitos positivos, llegado el momento ya se habrá sembrado la actitud que marcará la pauta en la plenitud de la vida…

 

Lo  siguiente bien podría ser una oración diaria. “…Con una actitud positiva y un corazón dispuesto, experimento el bien de Dios. Tengo el poder de decidir —a cada momento— cómo tratar a las personas y las situaciones en mi vida, y qué actitud y cuáles acciones debo fomentar para seguir adelante. En mí yace la habilidad para ser dichoso y sentirme satisfecho. Al estar consciente de ello, elijo ser feliz hoy y vivir al máximo. Elijo tener una actitud libre de temor, no importa lo que experimente. Veo más allá de las apariencias y vivo con gratitud. Elijo ser optimista acerca del futuro y permanecer receptivo al bien de Dios en mayor medida. Mi actitud me ayuda a crear una realidad mejor para los demás y para mí..”.

 

 

 

4.    Línea de Alimentación

Que la comida sea tu alimento y el alimento tu medicina.

Hipócrates

 

La conducta en la línea de alimentación, es una línea que debe asumirse desde temprana edad,  mantener una dieta sana, alta en fibra y baja en grasa y carbohidratos, seguramente no se hace por lo agitado de la agenda en la juventud, no se toma de manera estricta, aunque ya puede observarse con mayor frecuencia que los jóvenes están dedicando más espacio de su tiempo, a dietas sanas, ir a gimnasios, hacer ejercicios al aire libre y evitando el consumo excesivo de alcohol, y otros vicios que perjudiquen la salud; es entonces que llegado el momento, si se ha llevado un ritmo de vida, un tanto extravagante en este sentido, se debe tomar conciencia de ello, y para mantener los niveles químicos (colesterol- triglicéridos- úrea- glicemia- etc..) en parámetros “normales” y en beneficio del mantenimiento de los órganos y vías como venas y arterias, es necesario establecer un régimen alimenticio lo más sano posible, con el consumo de cereales, vegetales y  frutas, que le permitan de manera eventual cometer algún exceso….pero que ello no sea la norma sino la excepción; obviamente hay mucho qué decir acerca de la alimentación y del ejercicio, necesarios para crear y sostener un balance saludable en el cuerpo.  

Dentro de esta conducta se debe llevar una línea por mantener orden en el horario de comidas, al ser estas elaboradas de forma balanceada, permiten hacerlo ya que de esa forma el organismo evitará el consumo fuera de horario.

Sin convertirse en un esclavo de la comida,  en el mercado se encuentra numerosa literatura, acerca de los beneficios de los diferentes vegetales, frutas, cereales y la manera de incluirlos en la dieta diaria, de acuerdo a las necesidades de cada persona. Igualmente existen diferentes tips en la forma de alimentación que pueden regular las diferentes funciones del organismo, que son válidas y pertinentes de manera individual; sin embargo también hay detalles como por ejemplo: que las frutas deben consumirse antes de las 2 pm; que la cena debe ser ligera; en fin,  aplicar un tanto aquello que debemos desayunar como un rey, almorzar como un príncipe y cenar como un mendigo.

 Se debe acostumbrar al organismo a tomar una cena suave y no consumir alimentos altos en azúcar, grasa y carbohidratos. El consumo de alimentos ricos en antioxidantes –frutas y verduras, legumbres, frutos secos, té verde– no sólo ayuda por ejemplo a prevenir el cáncer, sino que neutraliza los temidos radicales libres que envejecen el cerebro.

 

 Una dieta demasiado grasa, además, puede derivar en presión arterial alta, diabetes, obesidad o altos índices en nuestra química, los cuales dificultan el riego sanguíneo también en el cerebro. De tal manera, que si tomamos en cuenta algo de la medicina china, que dice que nos enfermamos por “lo que pensamos, lo que sentimos y lo que ingerimos”, si a temprana edad se asumen ciertos patrones al respecto, pues podemos disfrutar de una plenitud en nuestra vida con buena calidad de vida.

 


CONSIDERACIONES FINALES

Se pueden considerar y asumir ciertas conductas que nos liberarán del Stress porque en cierto modo al desligarnos de los apegos y lastres emocionales y materiales,  la vida se tornará más serena. Dentro de esas conductas podemos establecernos ciertas normas para practicarlas diariamente…..

 

1.     AGRADECIMIENTO A DIOS, antes de salir de la cama, agradecerle a Dios ver la luz de un nuevo día, que nos permite vivirlo y compartirlo con quien esté a nuestro alrededor…

2.    ASEO PERSONAL. Acostumbrar una rutina diaria de aseo personal a primera hora de la mañana. Aunque no se vaya a salir a la calle, mantener la costumbre de arreglarse todos los días, si es mujer no perder la costumbre de ir a la peluquería aunque sea una vez al mes, llevar un buen corte de cabello, el cuidado de las uñas de manos y pies, igualmente si es hombre, cuidar esa imagen de caballero pulcro, y ambos, al salir a la calle, pendientes con la ropa de llevarla limpia; mirarse al espejo o preguntarle a alguien ¿Cómo me veo? 

3.    MANTENER  UN CALENDARIO, Grande y visible, que actualizaremos diariamente, la fecha completa, día, mes y año, lo que nos permitirá ubicarnos en el tiempo y en el espacio.

4.    NUNCA DISCUTIR O POLEMIZAR, se debe evitar entrar en diatribas o discusiones estériles, que nunca conducen a nada, sobre todo cuando estamos con personas contemporáneas de criterios totalmente opuestos, y menos aún, si no vemos una apertura mental en nuestro interlocutor que permita vislumbrar un acuerdo en la diferencia; tampoco con personas más jóvenes, siempre debemos recordar  que cuando tuvimos esa edad…sentimos y pensamos que nos sabíamos todo y nos estábamos comiendo el mundo y de eso se trata el Respeto…

5.    LLEVAR UN DIARIO, para organizar las actividades del día por escrito, aunque sean pocas y simples las cosas por hacer, como terminar de leer un libro, llamar a los cumpleañeros para felicitarles, o cualquier llamada de rutina….

 

 

6.    MANTENER TODO ORDENADO Y A LA VISTA, las cosas de uso personal, los medicamentos, la ropa y de ser posible, con pequeñas etiquetas que nos indiquen el uso que le damos a cada cosa….no mantener nada innecesario….nada de estar guardando cuanta bolsita o cajita, porque esta me la regaló mi nieta, esto me lo trajo mi amiga de su viaje a Europa, los recuerdos debemos conservarlos en el alma y recordar siempre que cuando nos vamos de este plano no nos llevamos absolutamente nada, ni el cuerpo porque ese también se queda….

7.    COLOCAR FOTOS de los hijos, nietos, hermanos, sobrinos, amigos y a manera decorativa, colocarles los nombres…..

8.    ALIMENTACION ADECUADA Y EN HORARIO, tratar de llevar una alimentación no solo sana, sino un consumo en horarios fijos, y eso beneficiará el sistema digestivo. Una buena medida puede ser finalizar el día con un Té digestivo….

9.    SIEMPRE TENER LAPIZ Y PAPEL A LA MANO para anotar cualquier imprevisto, algún mensaje que recibamos para otra persona, una gestión que nos encarguen hacer, etc.

10. EN LA MEDIDA DE LO POSIBLE, una caminata diaria o interdiaria aunque sea corta…o la práctica de algún ejercicio…actividad o tarea  diaria, dedicar tiempo a leer y a compartir libros con amistades y conversar respecto al contenido de los mismos para intercambiar opiniones; practicar sodukos, crucigramas, tratar de estar al día con la Tecnología por lo menos aunque sea en lo Básico…ello beneficia la actividad neuronal y permite el intercambio de información con otras personas…así como también que un aprendizaje constante permite mantener la agilidad mental y para ello debemos procurar a la mente ejercicios y nuevos desafíos.

11.  TRATAR de formar aunque sea un pequeño grupo con otras personas contemporáneas y con inclinaciones afines, y reunirse eventualmente, intercambiar opiniones sobre aconteceres nacionales e internacionales, celebrar sus cumpleaños, ir al cine, mantener contacto con la naturaleza, o  caminar por algún Centro Comercial, para compartir un té, un café o un helado.

12. DORMIR SUFICIENTE. Un estudio llevado a cabo en Harvard con estudiantes de matemáticas demostró que un buen descanso nocturno duplicaba la capacidad de los participantes para resolver problemas planteados el día antes. Esto se debe a que, mientras dormimos, el cerebro se mantiene activo y tiene tiempo de   sintetizar lo que ha aprendido con anterioridad. La expresión “voy a consultarlo con la almohada” tiene, por tanto, mucho sentido.

14. APRENDER A DELEGAR…DELEGAR…..DELEGAR…..en este espacio  voy a extenderme un poco más, por cuanto considero que quizás es un aspecto muy difícil para el ser humano, de aceptar.  Acá influye de manera determinante la formación espiritual que nos hayamos permitido asumir en el transcurso de nuestra vida, que nada tiene que ver con costumbres religiosas;  porque delegar implica “soltar apegos” y… ¿qué son los apegos? Walter Riso en su libro “Desapegarse sin Anestesia”, define que “…el apego es una vinculación (generalmente obsesiva) a objetos, personas, actividades, ideas o sentimientos, originados en la creencia irracional de que ese vinculo proveerá, de manera única y permanente, placer, seguridad o autorrealización…” de tal manera entonces que “apego” es todo aquello que nos hace prisioneros; así tenemos, apego cuando tenemos miedo de la libertad; tenemos apego cuando perdemos el poder interior; tenemos apego cuando nos volvemos dependientes de una persona, de un evento, de una circunstancia; inclusive de la religión como una muleta exterior y no como un punto de apoyo interior; tenemos apego al sentirnos indispensables en nuestra cotidianidad y pretender realizar todas las labores cual si se fuera un pulpo;  por tanto para poder aprender a delegar, debemos primero aprender a “desapegarnos”, emocionalmente de todo.

 

El desapego no es una condición negativa, sino una condición vigilante, positiva, que nos libera de algo que impide en nosotros el contacto con el alma, ese algo es el miedo de la libertad, y esto está unido a la autonomía que pretendemos mantener sobre nosotros mismos; siendo la autonomía una condición del alma, el contacto de la personalidad con el alma. Más esa verdadera autonomía la podremos ejercer al momento que comencemos a liberarnos de tanta innecesariedad en nuestras vidas, ya que la condición del sufrimiento son los apegos, y ello solo lo podemos conseguir con una Fortaleza Espiritual bien alimentada.

 

Existe un tópico en el que considero el más difícil de desapegarse, es el aspecto económico. Al ser humano le cuesta aceptar que no necesariamente tiene que manejar directamente sus finanzas; hay personas que se empeñan en que soy yo quien tiene que ir a  hacer los pagos correspondientes a los servicios, ir personalmente al banco, aún cuando sus condiciones físicas no le permitan, estar de pie en una cola, se niegan a delegar ese aspecto en otra persona; por aquello de querer, en primer lugar sentirse “útiles”, uno puede sentirse útil con otras actividades; y en segundo lugar, la desconfianza hacia otras personas, y uno debe “aprender a confiar” en un hijo, en un nieto, en una amiga, para entregarle su tarjeta de débito o para otros menesteres; esto, junto a otro detalle como es el que si usted se acostumbro a conducir su auto, con los años, los reflejos no son los mismos, la agudeza visual suele fallar, entonces en la medida de lo posible, se debe delegar eso, y no se trata de deshacernos del auto, pero siempre habrá una persona más joven – si usted la ha preparado - a nuestro lado, que nos lleve a donde necesitemos ir.

Confiar, es sano y está bien, recuerde que …si yo no soy capaz de hacerlo, por qué esa persona si? O también si nos aplicamos a estar al día con lo básico de la  tecnología, la gran mayoría de los pagos, pueden realizarse por ese medio, igual que el pago de las compras;  y así no solo evitar los riesgos de andar con dinero en la calle, sino que le damos actividad a las neuronas; ya que en algún momento puede ocurrir por eventos que debemos cumplir por evolución, que sin darnos cuenta alguien tome las riendas de nuestra vida, es mejor ir preparándonos para ello y seleccionar conscientemente la persona en quien poder delegar esas labores por nosotros, y eso es  bueno, porque al final si perdemos la conciencia de nuestras actividades, en nuestro subconsciente siempre vamos a saber a quién tenemos a nuestro lado.

En virtud de todo ello, es recomendable la práctica de estos dos pequeños ejercicios, que pueden enseñarnos a desapegarnos emocionalmente de todo, e igualmente les sugiero la lectura del libro de Walter Riso, “Desapegarse sin Anestesia”..

 

 PRIMER EJERCICIO: regalar aquellos objetos que consideremos especiales. El collar de nuestros quince años, una prenda de ropa que nos guste mucho, un libro, ese adorno que está en la mesa al que nunca hacemos caso pero que a nadie se le ocurra decir que es un estorbo porque tiene un gran significado emocional para nosotros, cualquier cosa de la que te cueste desprenderte....regalar, no desde el "monedero" sino regalar desde el corazón, dar por el placer de dar…..

SEGUNDO EJERCICIO: aprender a aceptar de buen grado cuando alguien a quien le hacemos un regalo a su vez regala a otra persona nuestro obsequio. O cuando a nosotros nos hacen un obsequio, aunque nos encante, darlo a otra persona que lo necesite o también le guste ese regalo...

 Dentro de todo este contexto lo más importante es buscar la forma de mantener nuestro control físico y mental, ya que ello puede facilitarnos una independencia que nos permitirá satisfacer necesidades básicas y fundamentales como rutinas diarias de aseo personal, alimentación y comunicación con nuestro entorno; y esto bien podría lograrse asumiendo desde temprano, hábitos y actitudes positivos en cuanto a pensamientos, sentimientos y alimentación, que en el transcurrir del tiempo se reafirmarán y se convertirán en patrones de conducta definitivos, para  el otoño de nuestras vidas.

 

No es mucho lo que necesitamos,
es excesivo lo que deseamos.
Sheng Yen

 

Nervis C. Nava 


Nunca te lamentes que te estás haciendo viejo,

 porque a muchos les ha sido negado este privilegio”.

Proverbio Irlandés

 

Nervis C. Nava

 

 

 

 

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