Libertad….Divino tesoro.!!
“La
libertad es el instrumento que puso Dios en manos
del hombre para que realizase su destino”
Emilio
Castelar Ripoll
¿Por qué el
Ser Humano, lucha por ser libre? ¿Qué
lo lleva a sentir esa necesidad imperiosa de sentirse libre? ¿Por qué está dispuesto a entregar su vida
por la libertad? ¿Qué es ser libre? ;
trascendiendo parámetros establecidos
sobre el tema, haré una
interpretación ante estas
interrogantes, centrada en el aspecto metafísico del origen del sentimiento de libertad, que
plena e identifica al hombre como un ser libre; igualmente, cómo y hacia dónde los hechos y
estudios lo van conduciendo de
forma certera a reencontrarse con su
verdadera esencia.
En la
vorágine de esta “situación de vida“ que nos envuelve y en la cual está sumergida la humanidad en estos
momentos, donde se ha perdido el norte y
no se encuentra la brújula, donde unos
pocos controlan y dominan el escenario
religioso, político y económico, donde la vida se ha complicado de tal
manera que no se sabe cómo manejarla, y donde las cosas están ya tan
polarizadas, en luz y oscuridad, buenos y malos, justicia e injusticia, ricos y
pobres; se encuentra un dilema de grandes proporciones y probablemente
sea, que lo que se ve , o lo que se
piensa, podría no
ser.
En la medida
que el hombre se fue desarrollando y descubriéndose a sí mismo, se dio cuenta
que posee un cerebro a través del cual pasa todo sentimiento,
pensamiento, emoción, recuerdo, deseo, lenguaje o capacidad de aprender, de
razonar e investigar. Desde este órgano
se gesta la creatividad y la imaginación, él y los órganos sensoriales son el
puente entre el mundo físico de los objetos y el mundo de las Ideas o representaciones del hombre; que a
través del conocimiento de los fenómenos logra entender las leyes que gobiernan
el Universo, la Naturaleza y la
Sociedad. Y es así, con la ayuda de la
ciencia y la tecnología, como el hombre puede transformar los recursos que se
encuentran en el medio ambiente, en
beneficio de la Humanidad.
"La verdad es la que
libera, no el esfuerzo por ser libre."
Juddi Krishnamurti
Al tratar el
tema de la libertad bajo una óptica metafísica, y relacionar la misma con el
desarrollo del pensamiento, es imperante hacer la conexión con el estudio y el
pensamiento de Juddi Krishnamurti - escritor y orador en materia filosófica y
espiritual- Líder Espiritual, y quien no permitió que lo convirtieran en un
mesías, disolviendo una orden – “Orden de la Estrella” – creada en 1929, con
ese objetivo¸ por cuanto Krishnamurti, fue un ser coherente, con su
pensamiento, prédica y actuación; habiéndose trazado como objetivo, ayudar al
ser humano a descubrir y a ver por sí
mismo su libertad interna.
Por otra
parte, si profundizamos en lo que puede
significar la libertad, y tomando nuevamente las interrogantes del
comienzo ¿Por qué el Ser Humano, lucha por ser
libre? ¿Qué lo lleva a sentir esa necesidad imperiosa de sentirse libre? ¿Por qué da hasta la vida por la libertad?
Consideramos que la libertad está estrechamente relacionada con el pensamiento,
y si queremos darle una interpretación metafísica a estas interrogantes,
llegamos a “Jesús de Nazareth”, un hombre cuya vida al tratar este tema, no puede ser ignorado, porque con su mensaje
de Amor, Paz y Libertad, transformó la historia de la humanidad, estando
hoy más vigente que nunca, ya que en su mensaje y enseñanza dejó
establecido y demostrado que existe una verdad y una libertad que rebasa, que va más allá
del pensamiento, que sobrepasa todo entendimiento, todo sentir humano,
y que le otorga al hombre su
Libertad plena, no fue en vano su mensaje de “Conoce la Verdad y la Verdad te
hará libre” ; es por lo que se hace
referencia a estos personajes, para destacar en cierto modo como el hombre en
su tránsito por esta vida ha librado sus batallas en busca de esa tan ansiada “libertad”
que siente en su esencia más íntima que le pertenece, ya que de todos los seres
visibles es el hombre quien posee la facultad de comprensión racional de una
armonía cósmica, que lleva impresa en su genética, y es la libertad de
realizarse a sí mismo.
El
Dios que nos dio la vida, nos dio la libertad
al mismo tiempo.
Thomas
Jefferson
De manera que
podemos decir en primer lugar que admitiendo que tenemos una libertad psíquica,
el hombre puede explicar y dar testimonio en forma satisfactoria de sentirse
dueño y actor de sus propios actos, de lo contrario pudiera sentirse como un
espectador pasivo y esto estaría en absoluta oposición a la realidad.
Igualmente establecemos que si el hombre no tuviera una estabilidad psíquica,
no tendría sentido los consejos, los preceptos, las recompensas, los contratos,
aunque todo ello y cualquier forma de compromiso, constituyen la esencia de una
promesa que puede ser quebrantada y eso demostraría que el hombre “no es libre”
sino que el hombre siempre se ha creído libre, o sea que la libertad vendría a
ser una creencia y un sentir universal.
Al tratar metafísicamente la libertad podemos acotar que ella está tan
íntima al ser humano, a su conciencia, a su vida, y está tan impresa en su
código genético, que cuando el hombre fue creado, se le otorgó ese derecho, a decidir
con su libre albedrío, lo que haría con ella, claro está, existe un código ético, que está igualmente
impreso en el ADN y puede denominarse como Conciencia, que le
dice al hombre, donde están los límites y lo que puede ser bueno o no al
momento de tratar de ejercer ese sublime derecho de ser libre.
Analizado y profundizado el tema, surgen gran cantidad
de preguntas e inquietudes, acerca del significado de libertad para cada uno de los seres humanos. Vale la pena
destacar que hay diferentes maneras de dirigir este tema tan estudiado y a la
vez manipulado a través de los tiempos,
en la historia de la humanidad y donde cada quién puede interpretarla de acuerdo a su particular
manera de ver sus necesidades o su proyecto de vida.
Ser Libre es intrínseco al ser humano, a su esencia divina, creado por una
Divinidad Superior al entendimiento
humano. Si el hombre logra dejar a un lado su
limitada forma humana de pensar, y abre
su mente para escuchar esa voz,
ese Dios interno que mora en él, quién está atento a su llamado para asistirlo en el momento que así
lo decida, realmente y sin prejuicios, entonces y solo entonces, se sentirá realmente libre.
Dentro de la capacidad del ser humano está la de abrir su mente y dejar atrás tantos
paradigmas que en términos generales le impiden ir más allá en la forma de
visualizar e interpretar su desarrollo
dentro de su contexto y sobre todo en el aspecto Espiritual, “no
religioso”, que al cambiarlo,
transformarlo y aplicarlo, pueden
llevarlo a trascender sus propias
barreras. El hombre como tal, ha llegado
a una comprensión que va más allá de la genética, que inevitablemente lo induce
a traspasar sus límites y su propia
conciencia para encontrarse consigo mismo
y ver su fiel reflejo de ser libre…
“… Este
es un argumento que sigo desde hace mucho tiempo, porque, ¿Quién realmente le
imprime vida a la materia? ¿Quién te
otorga ese derecho a sentirte libre?
¿Qué es el hombre y de qué sirve? ¿Qué tiene de bueno y qué de
malo? ¿Por qué ese deseo imperante de
ser libre?, Estas inquietudes están en el corazón de cada hombre, y la pregunta puede ser, ¿Qué hace al hombre
verdaderamente libre?. Esos interrogantes expresan la urgencia de encontrar un
por qué a la existencia, a cada uno de sus instantes, a las etapas importantes
y decisivas, así como a sus momentos más comunes. En estas cuestiones aparece
un testimonio de la racionalidad profunda del existir humano, puesto que la
inteligencia y la voluntad del hombre se ven solicitadas en ellas a buscar
libremente la solución capaz de ofrecer un sentido pleno a la vida. Por tanto,
estos interrogantes son la expresión más alta de la naturaleza del hombre: en
consecuencia, la respuesta a ellos expresa la profundidad de su compromiso con
la propia existencia. Especialmente, cuando se indaga el por qué de las cosas,
con totalidad en la búsqueda de la respuesta última y más exhaustiva, entonces
la razón humana toca su culmen y se abre a la espiritualidad, a lo místico…”
B.L. Cuéllar
Nervis C. Nava
Septiembre 12, 2.020
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