Otros
Soñé
que ya nada existía.
Que
todo, era ya nada.
Y
una paz con melancolía me afligía.
Soñé
que la nada era ya todo.
Que
el tiempo no quería.
Que
el momento se expandía.
Abrace
la nada cual naufrago a una guía.
Descubrí
en el sueño, que todo concluía.
Diluido
mi patrimonio.
Acabose
la tristeza,
comenzaba
otro día,
fulguroso
como el que nunca percibí.
Abrazándome
a la nada la acogí con vida.
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