BÁJALE DOS...

Bájale dos…..



“Los ríos más profundos son siempre los

Más silenciosos”

Curcio

 

“No esperes a que te toque el turno de hablar:

Escucha de veras y serás diferente”

Sir Charles Chaplin

 

Se tiene la creencia de que cuando una persona tiene problemas auditivos,  habla en un tono más alto por considerar que las demás personas no le van a escuchar, y es un error, ya que por lo general quienes tienen problemas auditivos les molesta que le hablen alto, hablar en tono elevado, y los volúmenes altos. Tenemos que el volumen es la percepción sonora que el ser humano tiene de la potencia de los sonidos; y como la intensidad de un sonido se define como la cantidad de energía -potencia acústica-  a mayor potencia por lo tanto mayor volumen. Sin embargo no se debe confundir volumen con sonoridad, que es la percepción subjetiva de la intensidad.

 

Los sonidos pueden variar en volumen (fuerte-suave) y en tono (alto-bajo); en tanto que un sonido se hace más fuerte cuando la fuerza de la acción que está creando el sonido aumenta, así un sonido se hace más suave o silencioso, cuando la fuerza disminuye. Hay personas que acostumbran tener conversaciones en voz alta consigo mismas, se denominan “soliloquios” y es una manera que tienen los seres humanos para ordenar sus pensamientos y emociones; y aunque no sea una práctica generalizada, muchos la emplean para motivarse, calmarse u ordenar pensamientos y emociones, al momento de preparar un discurso, o alguna exposición.

 

¿Por qué gritas? Existe lo que se podría denominar  dentro de algunas sociedades, “factor cultural”,  cuyos comportamientos y formas de expresarse tiene realmente relación con factores de ambientes ruidosos, lo cual los convierte en personas ruidosas, que no necesitan aumentar la intensidad de la voz para hacerse oir, ya que están acostumbrados a una intensidad moderada de tono.

 “Así como hay un arte de bien hablar,

Existe un arte de bien escuchar”

Epicteto de Frigia

 

 

En que tono hablas y sabré cómo eres; existe una normativa del buen hablante y del buen oyente, dentro de las cuales se establece que debemos pronunciar correctamente las palabras y utilizar un  tono de hablar” especialistas en el tema, siempre se hacen una idea o imagen de las personas, de acuerdo a su forma de charlar, sobre todo en el “tono” ya que sin querer, consciente o inconscientemente, con la intensidad del tono, se cuenta mucho más de lo que se dice, de acuerdo al tono en que se dice; por eso mucho se comenta que “…..no es lo que dices, sino el tono en que lo dices”, y ello habla sobre nuestra personalidad, nuestros estados de ánimo, y esto ha sido estudiado por los profesionales que trabajan con la voz humana y saben desentrañar por qué unas personas hablan a voces y otras viven entre susurros.

 

¿Qué pasa cuando entra en juego otro factor que modula nuestro volumen? Como por ejemplo, la personalidad,  hay personas con alegría ruidosa, que en ocasiones se descontrolan al punto de transmitir una falta de control demostrando una alegría intensa, pero que es bueno recordar que el volumen y saber modularlo, es un rasgo de buena educación; ahora bien puede ser tan grosero hablar a gritos como muy bajo; ya que lo primero es negativo, pero lo contrario también; porque las personas ruidosas tienden a crear desconfianza en su interlocutor; igualmente los que hablan muy bajo, siembran suspicacia, siempre se piensa que están ocultando “algo”.

 

“Del escuchar procede la Sabiduría, y del mucho hablar, el arrepentimiento;

Eres dueño de lo que callas, y esclavo de lo que dices”

Proverbio Italiano

 

Existen estudios que se refieren a que el 60% de las comunicación humana no es verbal “es lenguaje corporal”, de allí que la importancia del tono, la intensidad de la voz,  es como del 30%, lo que indica que generalmente lo que decimos no  con palabras, sino con los gestos y la manera de decirlo, es realmente importante; por eso cuando alguien te diga “por favor bájale dos”, te está pidiendo que accedas a un tono menos elevado, porque igual te va a “oir” o a “escuchar”.

 

Porque “oir y  escuchar” , aunque son sinónimos, se tiene que “oir” es la acción de percibir los sonidos, consiste en la capacidad sensorial para captar un sonido, mientras que escuchar significa hacerlo  con atención, tratando de comprender favorablemente y con agrado, es cuando se genera una empatía desde el receptor al emisor, donde se produce un feedback, una participación de ambos, donde ambos están prestando atención a través del sistema auditivo; por lo tanto no esperes a que te toque el turno de hablar, escucha de veras y serás diferente: “oir, callar y ver, hacen buen hombre y buena mujer”, y tenemos que lo más importante de la comunicación, es escuchar lo que no se dice”.

 

“No hables a menos que puedas mejorar el silencio”

Jorge Luis Borges

 

Frase, que nos dice que si no tenemos nada inteligente que aportar a una conversación, será mejor no pronunciarnos, y menos en tonos elevados;  ya que si manteneos silencio, puede que  muchos errores, algo que puede sernos muy útil en nuestra vida personal. HASTA UNA NUEVA OPORTUNIDAD….!!

“El silencio es el elemento en el que se forman todas

Las cosas grandes”

Thomas Carlyle

NERVIS  C. NAVA


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