¡SEXO! Por añadidura…

 




“Desde que el sexo se hizo más fácil de conseguir, el amor se volvió más difícil de encontrar”

Miguel Arrazola

Es común observar como desde el mundo publicitario se hace énfasis en toda publicación inducida, motivadora y que  despierte el interés por el “sexo”, publicidad  independientemente del producto o del tema al que se haga la publicidad;  bien sea alimentos, ropas, deportes, todo lleva subliminalmente un mensaje sexual; lo que ha sembrado una matriz acerca de que para “disfrutar” todo debe estar impregnado de sexo; incluso para tener sexo, desde un primer encuentro, aunque solo se trate de una aventura ocasional, mecánica  que ha resultado en la pérdida o ausencia de verdaderos sentimientos para establecer relaciones con parejas estables, que definan una larga relación, nacida desde un sentimiento de atracción, y alimentada con las actitudes propias del enamoramiento.

Es difícil explicar lo inexplicable, es decir el “Amor”, como sentimiento, y aunque se tiene que el amor y el sexo son igual de importantes y difícilmente separables, es como si quisiéramos saber que es más importante, si el cuerpo o la mente para mantenernos sanos, ya que es imposible tener una cosa mal sin que inevitablemente repercuta en la otra; ya que tenemos el hecho cierto de que en el sexo nos comportamos como somos, vulnerables, desnudos y todo lo que cargamos a nuestras espaldas se refleja en la cama, y una relación sexual no es un mero intercambio de fluidos o placer, es comunicación, y cuando esta no funciona en el día a día, es muy difícil que fluya en el dormitorio.

“Tu cuerpo es el paraíso perdido, del que nunca jamás ningún Dios podrá expulsarme”

Gioconda Belli

Cuando nos referimos al “Amor” de parejas, hay que elegir e incluso construir la que más se ajuste a nuestros deseos, y en este caso, lo que se podría decir a favor del sexo es que éste e más auténtico y muy difícil esbozar una sonrisa o mirar hacia otra parte cuando las cosas no van bien. El sexo puede ser una de las experiencias más satisfactorias a la hora de conectar con la pareja, lo que también en algún momento puede ser motivo de conflicto principal en la misma; y algo está relacionado con el comportamiento del día a día, cuando las relaciones van lentamente cayendo en la rutina;  quien pretenda tener una relación sexual tras un “mal” día, no es lo más ideal, un buen sexo debe ser alimentado en el día, pendiente de detalles, – una llamada, un mensaje-, y así al finalizar el día se puede tener una placentera noche por añadidura.

Está demostrado que si algo puede generar bienestar en una persona es el sexo practicado dentro del sensible encanto de la fogosidad del acto sexual, que nunca será igual a un encuentro exclusivamente sexual; aunque teorizar sobre el sexo puede ser una labor inocua, pues cada persona habla según su experiencia y allí todos hemos tenido altos y bajos, porque la situación sentimental de cada persona interfiere directamente en el disfrute de una relación sexual; así tenemos que en una relación donde priman el amor, el cariño y la confidencialidad, los actores pueden ser más generosos entre ellos.           

El sexo es la forma natural y biológica del flujo de energía vital, ya que no habría vida sin sexo; pero también es la aplicación más baja de la energía, cuando se lleva una vida únicamente dedicada al sexo, perdiéndose la oportunidad de transformar la energía vital utilizándose como medio de meditación hacia lo divino. La sexualidad humana se define como un aspecto central del ser humano a lo largo de su vida, y ello abarca el sexo, sus identidades, el erotismo, el placer, y que se vivir y llegar a ella a través del “Amor”

“El sexo sin poesía no es sexo, no sabe a nada, no huele, no vive”

Anais Nin

La mejor forma de que el sexo sirva como canal de flujo de energía, es cuando se toma como algo natural; practicando el sexo de manera consciente, si se quiere, como un acto de meditación, una forma de diálogo con nuestra naturaleza, de ser UNO con el TODO, y una vez que se logra participar del sexo conscientemente, se consigue trascender el sexo en sí, obteniéndose un mayor efecto del pensamiento , creándose una nueva forma de energía; utilizando de esta forma el sexo para trascender y transformarnos; aprendiendo que de este tipo de práctica sexual, nace una intimidad más profunda con la pareja, construyéndose una verdadera relación de Amor…

Otro aspecto importante en este tema es lo relacionado con la sexualidad en la tercera edad; teniendo claro que la vivencia de la sexualidad en esta etapa de la vida, es un reflejo de la formación de creencias, actitudes, valores y experiencias acumuladas en el trayecto de la vida. No se trata de imponer un patrón de conducta sexual a las personas mayores, como una actividad física, biológica, sino de ofrecer la posibilidad de mantener una conducta donde en esa actividad,  destaquen las caricias, el enamoramiento, la dulzura, la ternura, que en definitiva es lo que en “toda edad” hacen de la conducta sexual, una actividad erótica y placentera; es una conducta donde todas las formas de expresión, desde la aproximación de la piel, la compañía, las miradas, es así como a través de una intimidad emocional compartida, puede generar en una pareja, una plena satisfacción.

Así que tal cual dijo Jesús, busca primero el Reino de Dios y su Justicia, y lo demás viene por añadidura,  lo mismo es con el Amor, practica todos los días una actitud colmada de detalles amorosos, y el  disfrute del “Sexo, llegará por añadidura”…Hasta una próxima oportunidad….

Naguanagua – Estado Carabobo – Venezuela

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