La importancia de estar mentalmente sano
Nadie duda de la importancia de la salud para la vida del ser humano. Desde
los comienzos de la humanidad el ser humano ha intentado paliar las lesiones,
heridas, enfermedades y otras dolencias como buenamente ha podido, hasta el
punto de que las maravillas médicas que nos encontramos en el mundo moderno
son a veces increíbles en su sentido literal. Sin embargo, el avance
científico no ha ido en la misma proporción cuando hablamos de salud mental.
Es un campo del que se sabe muy poco o nada. Prácticamente avances que se han
obtenido han sido a partir del último siglo.
Las terapias
que había anteriormente para los trastornos mentales en los psiquiátricos se
basaban en duchas de agua fría y atar a los pacientes para que no se dañasen
a sí mismos. Más adelante, aparecieron otras aberraciones como las
trepanaciones cerebrales, no con mejores resultados. Todo este lastre no le
ha dado muy buena fama a los psicólogos y psiquiatras y hasta hace apenas unas
décadas para ir a uno de estos profesionales se consideraba que tenías que
estar realmente mal.
Hoy en día,
los avances en esta ciencia han sido notables aunque la población todavía
tiende a infraestimar la importancia de la salud mental, muy por debajo de la
física. Uno de los motivos es porque al contrario que en las enfermedades
orgánicas, los trastornos psicológicos realmente graves no son tan comunes en
la población. Sin embargo, hay dolencias psicológicas que aunque no incapacitan
tanto, las personas que las padecen sufren muchísimo. Por eso, a continuación
os explicamos por qué es importante estar mentalmente sano para tener una vida
plena.
Importancia de estar mentalmente sano
1) Dirigir
nuestra vida. Obviamente
la mejor ventaja de estar mentalmente sano es poder vivir con normalidad y
tomar decisiones coherentes sobre el rumbo que debe tomar nuestra vida. Las
personas que tienen un problema mental a menudo no toman buenas decisiones
porque no conectan adecuadamente con la realidad, por ejemplo en la
esquizofrenia. En otros trastornos menos graves los afectados pueden tomar
algunas decisiones pero no las verdaderamente importantes.
2) Controlar
nuestro estado emocional. Si controlamos nuestras emociones evitaremos dañar a los demás como a
nosotros mismos. ¿Qué pasaría si no fuésemos capaces de controlar nuestros
impulsos más básicos? ¿Si hiciésemos todo lo que se nos pasa por la cabeza?
Seguramente no existiría el ser humano, nos habríamos extinguido. Poner un
dique a nuestras emociones nos hace respetar las normas, personas y básicamente
nos permite vivir en sociedad. Controlar las emociones básicas es algo que
la mayoría de las personas pueden hacer con relativo esfuerzo, si hay alguien
que no es capaz debería acudir a terapia para ello.
3)
Relacionarnos adecuadamente. Gracias a la salud mental podemos establecer
relaciones de amistad y amor. Nos permite conocer gente y establecer lazos
emocionales con otros. Tener empatía es una de las cosas que nos hace
humanos. A su vez, aprender a gestionar nuestros sentimientos sin hacer daño a
los demás hará que el resto quieran estar con nosotros porque disfrutarán de
nuestra compañía.
4) Poder
desempeñar efectivamente un trabajo. Si quieres hacerte un hueco en el mundo laboral es
vital que estés mentalmente sano. Saber mantener la calma, aguantar la
presión y ser flexible son características que buscan todas las empresas en sus
trabajadores. De esta manera contribuimos a la sociedad de la mejor manera
posible y disfrutaremos de todos los beneficios (si, aunque no lo parezca los
hay...) que nos aporta el trabajo.
5) Tener una
vida provechosa e independiente. Normalmente, una persona que tiene un trastorno mental
no tiene la capacidad suficiente para valerse por si misma. Claro está que
dependerá de la gravedad del trastorno pero en casi todos, la persona tiene
dificultades para continuar con su vida. En una adicción el comportamiento de
la persona va completamente dirigido a buscar el objeto de deseo, en una
depresión el afectado siente que es incapaz de hacer nada (en algunos casos ni
levantarse de la cama), una persona con un trastorno obsesivo compulsivo
seguramente perderá gran parte de su tiempo preocupado por obsesiones o
realizando rituales... Sea lo que sea lo cierto es que la vida del sujeto se
deteriora en todos los casos y necesitará ayuda externa para poder vivir con
dignidad. Por eso, si quieres tener tu propia vida sin tener que depender de
nadie deberás estar sano mentalmente.
6) Gozar de
una buena salud física. Como lo lees, estar mentalmente sano contribuye en gran medida a la salud
física. Cuando tenemos un problema emocional lo reflejamos en nuestro cuerpo.
¿Quién no ha sufrido nunca las consecuencias de la ansiedad o el estrés? Pues
piensa que cuando se tiene un trastorno de estas dimensiones tener ansiedad o
estrés es lo mínimo que te puede pasar.
Un ejemplo
de cómo los trastornos psicológicos afectan a tu cuerpo son los llamados trastornos
psicosomáticos. Son aquellos que tienen un origen psíquico pero que se reflejan
en tu cuerpo, de forma física. El poder de la mente sobre el cuerpo es tan
fuerte que puede producir parálisis de miembros del cuerpo, dolores agudos,
entumecimiento, taquicardias, convulsiones, cefaleas crónicas, fibromialgia e
incluso ceguera total o parcial. Las personas con trastornos psicosomáticos no
podrán curarse hasta que se reconozca que el origen de su trastorno es
psicológico.
7) Sentirte
a gusto contigo mismo y llegar a ser feliz. Las personas que no están mentalmente sanas no suelen
tener muy buen concepto de sí mismas,
aunque claro está que dependerá del trastorno y lo deteriorante que sea. Pero por lo general, la baja
autoestima, los complejos, los sentimientos de culpabilidad, de indefensión y
de enfado se combinan para hacer que la persona sea infeliz. Alguien que no
se quiere a si mismo difícilmente podrá querer a otros de una forma sana.
reflejan en
tu cuerpo, de forma física. El poder de la mente sobre el cuerpo es tan fuerte que puede producir
parálisis de miembros del cuerpo, dolores agudos, entumecimiento, taquicardias,
convulsiones, cefaleas crónicas, fibromialgia e incluso ceguera total o
parcial. Las personas con trastornos psicosomáticos no podrán curarse hasta que
se reconozca que el origen de su trastorno es psicológico.
7) Sentirte
a gusto contigo mismo y llegar a ser feliz. Las personas que no están mentalmene sanas no suelen
tener muy buen concepto de si mismas, aunque claro está que dependerá del
trastorno y lo deteriorante que sea. Pero por lo general, la baja autoestima,
los complejos, los sentimientos de culpabilidad, de indefensión y de enfado se
combinan para hacer que la persona sea infeliz. Alguien que no se quiere a
si mismo difícilmente podrá querer a otros de una forma sana.
Por último, si llevas tiempo arrastrando
un problema que no acabas de solucionar es importante que intentes ponerle fin cuanto
antes. Está comprobado que cuanto más tiempo dejes pasar un
problema emocional más grave se va a ir
volviendo, pudiendo llegar al punto de que termine cronificado. Un criterio de éxito en la terapia es la
rapidez con la que se actúa. Muévete y busca ayuda, no se va a
solucionar solo.
Finalmente, se podría decir, que el llevar una vida
mentalmente sana, también nos va a permitir, conducir una vejez del mismo modo;
compartiendo con familiares y amigos, teniendo personas a nuestro alrededor y
en no convertirnos en una pesada carga para ellos…
¡Actúa!
Sara Poyo Lorenzo
– BEKIA….Tomado de Internet
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